El Arco de la Macarena recupera su color original
Patrimonio
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Concluyen las obras de restauración del Arco de la Macarena que comenzaron en agosto del pasado año. Los trabajos, dirigidos a mejorar el estado de conservación de este elemento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y garantizar su perfecta conservación, han incluido todos los tratamientos específicos necesarios para devolverlo a un perfecto estado de mantenimiento, así como la recuperación de los pináculos de remate y la consolidación e impermeabilización de la cubierta. La operación ha supuesto también la limpieza de las columnas de piedra, la restauración de las policromías de las cornisas, la sustitución de todas las piezas deterioradas, la reparación de las fisuras y la reposición de todas las faltas.
La intervención realizada en el Arco de la Macarena ha permitido descubrir elementos pertenecientes a distintas épocas de esta antigua puerta de la muralla de Sevilla que permanecían ocultos, desde muestras del almenado de la puerta medieval hasta elementos decorativos del siglo XVIII, como policromías y esgrafiados en tono ocre, rojo, almagro y negro. Todos estos testigos, que ayudan a conocer en mayor profundidad las etapas históricas de este monumento, han sido recuperados e integrados en la medida de lo posible en el proyecto de restauración realizado, lo que ha hecho necesario la tramitación de un proyecto modificado.
Uno de los hallazgos más notables ha sido el de una antigua cámara del cuerpo de guardia de la muralla hallada en el interior izquierdo del Arco, donde se mantienen intactos los elementos que servían a los guardias para hacer más cómoda su estancia, tales como un pequeño hogar que haría las veces de cocina, un banco corrido de piedra para el descanso, restos cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales.
Como resultado de estos trabajos de restauración, el Arco de la Macarena, además de consolidarse y rehabilitarse, ha recuperado sus colores originales. Esencialmente, en el grueso del monumento domina ahora el color ocre, en tanto que el almagro está presente en cornisas y molduras. Las obras han estado a cargo de la empresa Hermanos Campano S.L., y han supuesto una inversión global de 222.000 euros.
Una vez recuperado este Arco de la Macarena, no se permitirá más la circulación de vehículos a través del mismo, preservándose por tanto su interior sólo para uso peatonal.
El lienzo de la Muralla extramuros
Al tiempo que terminan las obras del Arco de la Macarena, la Gerencia de Urbanismo inicia hoy mismo los trámites para contratar los nuevos trabajos que se ejecutarán en la cara externa de la muralla desde este punto hasta la antigua Puerta de Córdoba, y que, como los desarrollados recientemente en el lienzo intramuros, consistirán en la consolidación estructural puntual de las zonas que lo precisen y en la aplicación de los tratamientos epidérmicos necesarios para detener el deterioro sufrido por la fábrica de tapia.
Este proyecto cuenta con un presupuesto de 1.755.149 euros, de que el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, financia el 44,53% con cargo al Programa 1,5% de fomento del patrimonio cultural –tal y como ocurriera con el proyecto intramuros–, lo que supone una aportación de 781.503 euros, que ya han sido transferidos a la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente. Obtenido ya el informe favorable a la intervención propuesta de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, la previsión es que las obras puedan comenzar sobre mediados de este año.
La operación prevista en esta parte exterior de la muralla recoge trabajos de tipo preventivo y correctores, que en este caso se extenderán también a la barbacana (muro anterior a la muralla), a la liza (espacio entre la barbacana y la muralla) y a las torres, entre las que destaca la Torre Blanca, que será acondicionada en esta fase. Se estima que la intervención tenga una duración de 18 meses.
También en este caso, la Gerencia de Urbanismo contratará la realización de un estudio arqueológico paramental para conocer todas las capas que han ido conformando el monumento actual a lo largo de su historia, algo que ya se ha hecho durante los trabajos de recuperación de la cara interna de la Muralla y del propio Arco.
Se trata de documentar todas las estructuras arquitectónicas que forman parte en la actualidad del elemento, generando a partir de fotografías digitales, modelos tridimensionales de forma semiautomática con precisión milimétrica. Gracias a esta actuación arqueológica se obtiene una imagen del monumento en sus tres dimensiones de gran relevancia desde el punto de vista técnico e histórico. Asimismo, se tomarán muestras de material cerámico para obtener también un análisis ceramológico del tapial. Para que este conocimiento del lienzo exterior de la muralla sea lo más completo posible se incluirán en el estudio las torres y barbacana.
“Restaría ya por tanto sólo una última fase, la antigua Puerta de Córdoba que depende del proyecto que está realizando la Hermandad de San Hermenegildo. En este sentido, por parte del Ayuntamiento está garantizada su financiación y sólo resta la aprobación por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla para que se pueda ejecutar”, ha subrayado el alcalde Antonio Muñoz durante la visita.
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