Ángeles vestidos de policías
Dos agentes de la Policía Nacional salvan la vida a un hombre que se colgó desde el balcón de la casa de su ex pareja en la calle San Bernardo.
Dos policías nacionales salvaron la vida a un hombre que se había ahorcado desde un balcón en San Bernardo la tarde del pasado domingo. La víctima colgaba hacia la calle, a la vista de todos los vecinos y viandantes, y estaba ya sin constantes vitales cuando fue rescatado por los policías. Uno de los agentes, jugándose la vida, logró agarrarlo por las piernas desde el balcón del piso inferior y sostenerlo hasta que su compañero pudo cortar la soga.
Los hechos ocurrieron a las tres de la tarde del domingo en la calle San Bernardo. Quien dio la voz de alarma fue la ex compañera sentimental de la víctima, que volvía de vacaciones e intentó acceder a su domicilio. Su ex pareja había cambiado la cerradura y desde dentro del piso le decía que no entrara. Al llegar la Policía, los agentes vieron al hombre asomado al balcón de la casa y luego entrando al interior de la vivienda. Cuando hablaban con la mujer que había llamado, oyeron gritos que alertaban de que el hombre se estaba ahorcando.
Los policías subieron al piso y fracturaron la puerta dándole varias patadas. Al salir al balcón, los agentes vieron que el individuo había amarrado una cuerda a la reja del mismo y se había descolgado. Uno de los policías bajó al piso inferior para tratar de descolgar al hombre. En el domicilio no había nadie, por lo que tuvo que romper la puerta propinándole varios golpes, fracturar la cristalera y la persiana para poder acceder al balcón y llegar hasta la persona suspendida en el aire. El otro funcionario, mientras tanto, se percató de que en el piso desde el que se había colgado había un fuerte olor a gas, por lo que cerró la cocina y bajó en ayuda de su compañero.
Uno de los dos policías agarró al suicida por los pies y lo elevó unos centímetros para relajar la tensión de la cuerda sobre el cuello. Mientras, su compañero se encaramó a la barandilla del balcón para intentar cortar la cuerda con una navaja. En esta operación los dos policías corrieron un gran riesgo de precipitarse al vacío, ya que el agente no llegaba a la cuerda y tuvo que ser sostenido por su compañero, que, con la mano que le quedaba libre, lo sujetaba mientras agarraba por los pies a la víctima.
Finalmente, los policías pudieron cortar la soga y descolgar a la víctima, que se encontraba ya sin constantes vitales y con el rostro muy amoratado. Los agentes le cortaron un trozo de cuerda que le quedaba aún alrededor del cuello y le hicieron una maniobra de reanimación cardiopulmonar que dio resultado en unos minutos.
Una psiquiatra vecina del barrio ayudó a los policías y la ambulancia de los Bomberos siguió con la atención sanitaria del hombre, que fue trasladado al Hospital Virgen del Rocío. En la vivienda desde la que se había colgado el individuo, los policías encontraron diversa medicación que aquél podría haber consumido, así como un cuchillo de grandes dimensiones y una nota en la que se podía leer la siguiente frase: "La que quiere conseguir algo, encontrará la manera. La que no quiere hacer nada, encontrará la excusa". Los funcionarios se interesaron este lunes por la víctima en en el hospital y supieron que se recupera sin lesiones graves.
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