La Algodonera, una milla de oro entre Sevilla Este y Alcosa
Urbanismo
La Asociación de Geógrafos e Historiadores de Alcosa pide la recuperación de este valioso edificio abandonado, antes de que sea tarde, para reducir el alto paro del barrio
El futuro incierto de 12 hectáreas en la zona Este
Sevilla/Entre los barrios de Alcosa y Sevilla Este se extiende una gigantesca parcela de 12 hectáreas, sin actividad y sin uso, que en su día fue la fábrica de algodón más grande de Europa, la cooperativa algodonera Nuestra Señora de los Reyes. Pasó de uso industrial a residencial en el plan urbanístico vigente. Hoy es propiedad de un banco y su deterioro es galopante.
La parcela consta de una hacienda principal de estilo regionalista obra de Aurelio Gómez Millán y de varias naves. Sus buenas comunicaciones, al pie de la autovía a Madrid (A-4) y a pocos metros de los hoteles y del Palacio de Congresos de la ciudad la convierten en el único suelo libre de estas dimensiones que queda entre ambos barrios sevillanos. En origen tenía 16 hectáreas hasta que parte de los terrenos traseros se segregaron para viviendas.
En 2007 iba a convertirse en una promoción inmobiliaria. Todo se paralizó por la crisis económica. La promotora Solurban Inversiones, hoy desaparecida, había comprado por 72 millones los suelos para construir viviendas públicas y privadas, zonas comerciales, equipamientos sociales y espacios libres. La inversión de este proyecto ascendía a 190 millones de euros.
La parte visible del edificio que da a la calle Secoya (que integraba el Camino de Poco Aceite hasta que se deslindó) es la más valiosa: una fachada señorial y elegante, encalada y con techos a dos aguas de tejas, que imita a las haciendas de la zona. La entrada de la algodonera discurre en paralelo al Canal de los Presos, que en esta zona parece menguarse por la maleza que lo invade.
La algodonera se construyó en 1962 en un intento de industrialización de la provincia de Sevilla ligado a la actividad agrícola y textil. Únicamente algunas de las naves de este edificio más próximas al barrio están ocupadas en alquiler con otras empresas desde los años 90. Las demás naves y el edificio principal están sufriendo un elevado deterioro.
Fue diseñada por el ilustre arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán, cuñado de Aníbal González, pero está siendo presa del expolio de sus rejas y otros elementos metálicos, y del deterioro galopante del tejado. Se han demolido algunos tinglados y naves interiores.
Un grupo de vecinos del barrio, agrupados en la Asociación Prometeo de Geógrafos e Historiadores del Parque Alcosa, se está movilizando por la recuperación de esta enorme edificación industrial que es parte del patrimonio industrial andaluz y un referente de la identidad de los habitantes del Parque Alcosa.
En esta fábrica trabajaron muchos de los vecinos de Alcosa, y su implantación supuso una transformación absoluta del entorno natural y cultural de esta zona entonces aún más aislada del resto de la ciudad que ahora.
El primer paso de esta movilización ha sido recopilar la historia de esta algodonera en un libro divulgativo del que se han editado 200 ejemplares para distribuirlo por los vecinos, los centros escolares y los de adultos del barrio, que lo están trabajando en las aulas.
Sus autores son la pareja formada por Manuel González Sánchez, alias Hito, y Carmen Carmona Huelva, vinculados a la investigación, la docencia y la divulgación científica. Han trabajado en este libro durante cinco años. Ambos son miembros de la asociación Prometeo y han contado para la publicación con los testimonios de vecinos como Juan “de Utrera” y Francisco Jiménez “Paco El zapatero”.
Asimismo han consultado innumerables fuentes documentales en el Ayuntamiento, el Colegio de Arquitectos de Sevilla, la Hemeroteca y archivos particulares. La desaparición de los archivos de empresa ha sido una de las dificultades de la investigación.
Otras fábricas algodoneras que se montaron en Sevilla han sido conservadas, rehabilitadas y reintegradas en el tejido urbano de la ciudad con nuevos usos, a pesar de que la importancia de la algodonera de Alcosa era muy superior, señalan Manuel y Carmen. Esta es una de las quejas que se expone en el libro como argumento de la necesidad de recuperar este edificio. La primera se hizo en Tabladilla en 1923, una desmotadora de algodón. Años después la gran fábrica de Tejidos e Hilaturas de Hytasa en el Cerro del Águila.
La asociación Prometeo quiere que este edificio sirva para acoger talleres de empleo u otras instalaciones que reduzcan de alguna manera el elevado desempleo de los jóvenes del Parque Alcosa. “Que se reintegren los edificios más emblemáticos de la algodonera y que sirva al barrio”, recalcan Manuel y Carmen. El barrio tiene necesidad de centros de empleo, sociales y culturales, entre otros.
Las causas del cierre de esta fábrica de Alcosa se deben principalmente a la crisis que afectó a toda la agricultura española y, en particular, al subsector algodonero.
La algodonera tenía una plantilla de 167 trabajadores entre los que había muchas mujeres. Su mayor activo eran los 10.000 cooperativistas que llegaron a formar parte de esta cooperativa agrícola algodonera, conocida como COSE. Fue, además, la primera que introdujo el girasol y tuvo una fábrica de aceite, ya derribada.
El barrio de Alcosa se construyó años después junto a la fábrica y la zona creció en torno a esta industria, como sucedió en Nervión con la Cruzcampo o en Triana con la alfarería.
¿Dónde está la enorme estatua de la Virgen de los Reyes?
Una estatua sedente de más de dos metros de altura de la Virgen de los Reyes presidía la entrada de la algodonera. La figura imponía sobremanera, aseguran los vecinos de la zona, quienes afirman que está guardada en una nave del polígono del Factory y que la custodia una conocida empresa constructura de la ciudad que realizó el desmantelamiento de algunos tinglados de la fábrica. En la entrada del edificio sólo hay ahora una pequeña Virgen.
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