La Alfalfa se subleva contra la movida

Los vecinos, hartos de años de molestias, suciedad e inseguridad, amenazan con denunciar al Ayuntamiento.

El Ayuntamiento sólo destina 11 policías a combatir la 'botellona'
El Ayuntamiento sólo destina 11 policías a combatir la 'botellona'
Juan Parejo

04 de octubre 2014 - 05:03

En pie de guerra. Los vecinos de la Plaza de la Alfalfa y su entorno no pueden más y anuncian batalla al Ayuntamiento. Están hartos de la movida que cada noche se adueña de sus calles impidiéndoles descansar y generando importantes problemas de seguridad y limpieza. No pueden aguantar más una situación que se viene repitiendo desde décadas atrás, con gobiernos municipales de todos los colores, pero que se ha agravado en los últimos meses. Por ello se han agrupado en torno a una plataforma para denunciar la situación. Aseguran que están dispuestos a llegar donde tengan que llegar para conseguir que se cumplan las leyes y se respete su derecho al descanso, como ya hicieran los vecinos del Arenal hace unos años.

El epicentro de la movida es la calle Pérez Galdós, una angosta vía plagada de bares de no más de 4 metros de ancho, en la que además hay una residencia de mayores. La mayoría de los jóvenes se concentran ahí y en las calles próximas, como Don Alonso el Sabio, Boteros o Siete Revueltas. El pasado jueves los vecinos se reunieron y crearon la plataforma Alfalfa degradada -que ya cuenta con su perfil en Twitter y su página en Facebook- para denunciar la situación que vienen padeciendo, como explicó a este periódico uno de sus impulsores: "La mayoría de los vecinos son personas mayores y tienen miedo a denunciar lo que está pasando por posibles represalias. Siempre ha habido movida en esta zona, y los gobiernos municipales lo han permitido, pero desde el año pasado se ha intensificado todo. En septiembre ha sido todos los días hasta las cuatro de la mañana". Los afectados aseguran que la presencia policial es escasa o nula y que cuando llaman al 112 rara vez reciben una respuesta: "El jueves todos los vecinos nos organizamos y llamamos al 112 y nadie apareció".

Ante la falta de respuesta van a empezar a poner denuncias ante el distrito Casco Antiguo como paso previo, afirman, para presentar una demanda contra el Ayuntamiento: "Aquí no se cumplen las leyes. La Ordenanza del Ruido, se incumple, hay una gran aglomeración de personas y esta zona está declarada Acústicamente Saturada. La Ley Antibotellón tampoco se cumple. Permiten salir fuera de los bares con los vasos, hay venta de alcohol a menores, hacen sus necesidades en la vía pública con total impunidad...". También alertan de que los coches tienen grandes dificultades para acceder a las calles. En muchos casos son zamarreados y, en alguna ocasión, los jóvenes en estado de embriaguez se han metido dentro de los vehículos acosando a los ocupantes: "Aquí, por ejemplo, no puede llegar una ambulancia si pasa algo".

El público que se cita en estas calles es joven, de menos de 25 años, y presenta una actitud agresiva, aseguran los vecinos. Muchos de ellos son estudiantes extranjeros que se encuentran de Erasmus en la ciudad. En la próxima Plaza de la Pescadería desde después del verano se está produciendo una situación similar. Muchos jóvenes, incluso menores, se congregan desde por la tarde con el consiguiente perjuicio para los bares que allí hay.

Uno de los empresarios de la Alfalfa, Antonio Almansa, explicó a este periódico que todas las mañana se encuentran con algún tipo de desperfecto o destrozo en su comercio: "La tapa de la casetilla de la luz se la llevan casi todos los días". El problema para los bares y comercios es menor, aunque sufren indirectamente las molestias. Beni, dueño de uno de los bares, aseguró que todos los días se encuentran con orines y suciedad: "El año pasado me rociaron los cristales con ácido. Aquí debería haber policías entre las 22:00 y las 4:00 dando vueltas para no permitir esto. Y que sancionen al que esté bebiendo o haciendo sus necesidades en la calle". Muchas veces son ellos mismos los que tienen que limpiar los orines, incluso las defecaciones de los jóvenes.

Manuel es otro vecino de la zona. Señala que antes acudía la Policía, pero ahora no lo hace y no pueden descansar: "El 112 pasa nota a la Policía después de que llamemos 20 veces. Nos dicen que no tienen servicios disponibles y a lo mejor pasa un coche pero ya está. Cuando la movida se va aparece el camión de Lipasam a las 5 ó 6 de la mañana con todo el ruido que hace. Así que no descansamos de ninguna manera". Buena parte de esta movida es la que había en la vecina Plaza del Salvador, aunque allí el control policial sí ha conseguido disuadir a los jóvenes, o más bien desplazarlos unos metros: "De allí se vienen aquí cuando cierran los bares. Tampoco sé cómo aquello está permitido".

La plataforma vecinal no descarta hacer en los próximos días una cacerolada para llamar la atención del Ayuntamiento y anuncian una reunión con el PSOE que se ha interesado por el problema.

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