El Alcázar sopesa visitas restringidas a las pinturas de los Baños de María de Padilla

La restauración de las policromías alcanza el 90% tras casi siete años de laboriosas y exhaustivas intervenciones

El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, revisa las tareas de restauración de las pinturas murales.
El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, revisa las tareas de restauración de las pinturas murales.
Carmen Gavira Guerra

15 de septiembre 2010 - 05:03

Los trabajos de restauración y consolidación de las pinturas renacentistas que adornan los muros de los Baños de Doña María de Padilla del Real Alcázar alcanzan ya el 90% de su ejecución tras siete años de exhaustivas, lentas y laboriosas intervenciones sobre los vestigios de estas obras pictóricas atribuidas a los artistas Juan Díaz, Juan de Saucedo, Juan Carlos Chacón y Gonzalo Pérez. De cara a la culminación de las labores de rehabilitación, aproximadamente dentro de un par de años, el patronato de este conjunto palaciego, declarado Patrimonio de la Humanidad, sopesa abrir las galerías a posibles visitas, aunque de forma "reducida y restringida". Así, lo anunció ayer el alcalde del Patronato del Real Alcázar y la Casa Consistorial, Antonio Rodríguez Galindo, que, junto al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, el director del conjunto palaciego, Antonio Balón, y la arquitecta responsable de los trabajos, Maribel Baceiredo, visitaron las galerías de la cripta que alberga los baños.

Galindo destacó lo exhaustivo de los trabajos de restauración y aclaró que, una vez finalicen, el Patronato del Real Alcázar valorará la posible apertura restringida de la galería. "Esto hay que abrirlo con mucha prudencia", dijo después de que Baceiredo alertase de los "riesgos" de abrir las galerías al gran público. El alcalde del Patronato del Real Alcázar abogó por un "criterio riguroso de control" de la visitas al objeto de evitar un turismo masivo en las galerías, pero permitir que un "número muy reducido" de interesados pueda contemplar estas valiosas policromías, que responden a un ciclo pictórico de escenas de agricultura y caza, posiblemente relacionadas con los meses del año, así como alguna que otra escena interior de carácter cortesano, y cenefas con decoraciones florales.

La restauradora que coordina los trabajos explicó que las pinturas, debido a la humedad, presentaban "un pésimo estado" de conservación cuando fueron planeadas las primeras intervenciones de rehabilitación hace siete años. Baceiredo detalló que las labores de restauración combinan desde intervenciones "a base de bisturí", hasta "limpiezas químicas" de las superficies cromadas.

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