El Alcázar quiere abrir de nuevo el piso superior de la Galería del Grutesco
El mirador está clausurado por el mal estado de los forjados y la zona alta es inaccesible desde hace décadas
Tras varias décadas clausurado, el mirador superior de la Galería del Grutesco del Real Alcázar podría ser de nuevo accesible para los visitantes del palacio. Las obras de restauración de este significativo espacio comenzaron la semana pasada tras clausurarse hace aproximadamente un año la mitad de la primera plata de la galería, por unos desprendimiento. Tras las primeras actuaciones se comprobó que las vigas estaban en muy mal estado de conservación y que había que actuar para recuperar este enclave que tanto llama la atención a los visitantes. La intervención fue aprobada en la comisión ejecutiva del Patronato del Real Alcázar el pasado 1 de julio, cuenta con un presupuesto de 235.968,45 euros y la empresa adjudicataria es Arcobeltia Construcciones S.L. El proyecto ha sido redactado por la arquitecta Almudena Muñoz García.
Para que la galería superior vuelva a ser de nuevo visitable es necesario que se pueda recuperar el primer forjado, al que se le han ido añadiendo nuevas capas a lo largo de las sucesivas restauraciones, para que se consiga la suficiente altura para que la visita no suponga ningún tipo de peligro para las visitas turísticas. El estado actual de conservación es bastante deficiente debido, en gran parte, a las filtraciones de agua, como explica Jacinto Pérez Elliott, director-conservador del Real Alcázar: "El año pasado sobre esta época tuvimos que cerrar la mitad de la galería, desde la Puerta del Privilegio hasta el final, por desprendimientos en los revestimientos del techo. Cuando hicimos unas catas para ver la viguería del forjado nos encontramos con una desagradable sorpresa. Las piezas, metálicas del siglo XIX, tenían todo el alma oxidada. Estaban podridas y no ofrecían resistencia alguna".
Una vez que se comprobó cuál era el problema, se decidió atajarlo con la sustitución del forjado y la cubierta. La primera restauración que se le aplica fue en 1800 y a principios de la década de los 90, con José María Cabeza como director-conservador del recinto, se empezaron a sustituir los elementos que se encontraban en mal estado. El plazo de ejecución de los trabajos es de un año, aunque Pérez Elliott confían en que puedan estar terminados antes, incluso para la temporada alta de visitas al recinto, los meses de la primavera, todo dependerá de lo rápido que puedan avanzar en estas primeras semanas: "Veremos el plazo real de ejecución en los primeros cinco metros que se han descubierto".
La Galería del Grutesco es unos de los espacios más importantes de los jardines del Real Alcázar. Para su construcción se aprovechó un antiguo lienzo de la muralla almohade del siglo XII levantado como defensa interior del monumento y para resguardarlo de las crecidas del arroyo Tagarete que discurría por las inmediaciones. Fue el arquitecto milanés Vermondo Resta, conservador del Alcázar entre 1603 y 1625, quien en 1612 acomete su transformación en mirador de los jardines. "Tras llegar, en 1607 construye el apeadero y a partir del 12 comienza a reformar el Grutesco. Construye una logia manierista con la que poder unir los jardines. Es un mirador excepcional que permite disfrutar de la vista con todos los sentidos", indica Pérez Elliott.
La decoración, en su fachada oeste, está realizada de manera rústica con piedras ostioneras, que simulan rocas marinas, y conchas traídas expresamente de la zona de Cádiz. De ahí su denominación. En estos elementos se enmarcan unos espacios cuadrangulares y arcos de medio punto en los hay pinturas murales imitando mármol rojizo, en las que también se pintaron figuras, fábulas mitológicas y aves exóticas. Fueron realizadas por Diego de Esquivel en el siglo XVII. La galería tiene una longitud de 160 metros y aunque sus partes decorativas se encuentran en buen estado de conservación, el director-conservador, advierte que será necesario una intervención dentro de no muchos años.
La galería se encuentra rematada en la parte superior a modo de castillete almenado. Frente al estanque, a la altura del Jardín de las Damas, la galería presenta uno de sus principales atractivos, la Fuente de la Fama, un prodigio hidráulico que permite, mediante diversos sistemas, utilizar las corrientes de agua para emitir unas melodías que suenan cada vez que se marcan las horas. Fue construida por Vermondo Resta en el siglo XVII como complemento de la Galería del Grutesco. Tras el terremoto de Lisboa, en 1755, dejó de funcionar y no fue reparada hasta cuatro años después. A finales del XIX volvió a ser restaurada. La última intervención fue entre 2004 y 2006 y consistió en una profunda reconstrucción que permitió que la fuente recobrara la sonoridad tras varios años sin funcionamiento.
Además de la rehabilitación de la Galería del Grutesco el Patronato del Real Alcázar también está acometiendo actualmente la reparación de la Fuente de Neptuno, diseñada por Diego de Pesquera y fundida por Bartolomé Morel en el último tercio del XVI, que corona el Jardín de las Damas o de la Danza. Un temporal acaecido en diciembre del pasado año derribó una rama de un laurel próximo que destrozó la taza. Los trabajos tienen un presupuesto de 70.857 euros y comenzaron hace cuatro meses. Se espera que la rehabilitación esté terminada a principios del próximo año.
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