Alberto Moriña y Antonio Muñoz serán los portavoces adjuntos del PSOE

Los números 5 y 6 de la lista electoral serán los portavoces adjuntos del grupo socialista en el Ayuntamiento, que volverá a ejercer la oposición doce años después. Los independientes quedan fuera a la hora de llevar la voz en los plenos y en los asuntos claves. Alberto Moriña y Antonio Muñoz son los elegidos. El primero ya tiene experiencia en estas lides, pues lleva más de un año ejerciendo de portavoz de su grupo político. El segundo acaba de desembarcar en la política municipal procedente de la alta dirección en materia de turismo en la Junta de Andalucía, pero ya ha demostrado su capacidad en asuntos locales algún debate sectorial de los que se han celebrado en la televisión municipal antes de las elecciones. El portavoz del grupo y nuevo líder de la oposición, Juan Espadas, dará hoy a conocer el reparto de tareas de su grupo, formado por once concejales y al que le toca fiscalizar la tarea de los 20 concejales del gobierno más el edil no electo. Lo más relevante, sin duda, era conocer quiénes serían sus dos principales apoyos en la batalla dialéctica contra el gobierno, ya que en varias ocasiones tendrá que ser suplido por alguno de ellos al encontrarse en Madrid cumpliendo con sus obligaciones como senador, un cargo que le proporcionó el partido casi al mismo tiempo que se le encomendó la difícil tarea de mantener la Alcaldía de Sevilla. El portavoz socialista ya ha expresado su deseo de contar con las once agrupaciones de su partido en la capital para ejercer la oposición.

En el caso de Moriña, pasa de ser el portavoz del grupo a ejercer de portavoz adjunto, pero paradójicamente es muy posible que ahora tenga que emplearse mucho más que antes, pues Monteseirín casi ha copado buena parte de los turnos de palabra en su último año como alcalde con ocasión de las intervenciones de contenido más general y político. Monteseirín, enfrentado al aparato de su partido desde hace años y líder natural del sector crítico, nunca ha dejado de ver a Moriña como miembro de la corriente oficialista del partido.

Moriña, militante del PSOE por la agrupación Macarena, es de la máxima confianza de la secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz. Jamás ha tenido un roce con el alcalde en su última etapa y se ha caracterizado siempre por un tono y un estilo prudentes. Su único resbalón hasta ahora fue cuando sorpresivamente aludió en un mitin a las ganas del PP por "fusilar" a los socialistas si alcanzaban el poder. Supo rectificar rápidamente y todo quedó en un lance de los días de campaña. Su partido lo presentó a las elecciones con el siguiente currículum: licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla (2002), diplomado en Estudios Avanzados en Historia Moderna y máster en Archivos.

Muñoz es militante del PSOE en la provincia. Fue una de las propuestas más llamativas en la composición de la lista electoral después de la incorporación de independientes en los principales puestos. El PSOE lo presentó oficialmente como licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Málaga, máster en Economía y Dirección de Empresas por el Instituto Internacional San Telmo y director general de Planificación Turística de la Junta de Andalucía. Todo indica que Muñoz tendrá que cesar de inmediato en este último cargo antes de comenzar a ejercer como concejal y portavoz.

Si la lista electoral del PSOE en Sevilla destacó por algunos aspectos fue por la decidida apuesta de la formación del puño y la rosa por los independientes y por la ausencia de secretarios generales de las once agrupaciones de la capital. Ambas circunstancias fueron analizadas y comentadas de largo. Ahora, cuando toca ejercer la oposición frente a un PP crecido como nunca y una Izquierda Unida debilitada, el PSOE apuesta por dos socialistas de carné.

Está por ver si se dedican o no con exclusividad a las tareas municipales los tres principales independientes en la lista electoral: la periodista Mercedes de Pablos, el abogado y ex juez Eugenio Suárez Palomares y la empresaria Susana López.

El sueldo de un concejal en la oposición está en torno a los 1.800 euros. Cabe la posibilidad de que los partidos se pongan de acuerdo en un reparto distinto de la masa salarial, de tal forma que los adjuntos puedan cobrar como ediles del gobierno (cerca de 50.000 euros anuales) teniéndose en cuenta determinados aspectos, como es que Espadas mantenga su sueldo como senador y no cobre de las arcas municipales. Juan Ignacio Zoido también llegó a renunciar a su sueldo como portavoz del grupo popular en la oposición al cobrar como diputado autonómico por Sevilla. El PP ha presumido en los últimos tres años de que Zoido no le costaba un euro a los presupuestos del Ayuntamiento.