El hijo mediano de Alberto y Ascen, nuevo presidente de la Fundación Jiménez-Becerril
Alberto Jiménez-Becerril García se estrenó en un acto homenaje a Miguel Ángel Blanco en Tomares
Alberto Jiménez-Becerril García, hijo mediano del matrimonio asesinado por ETA, es el nuevo presidente de la Fundación Jiménez-Becerril. El primogénito de Alberto y Ascen, fallecidos el 30 de enero de 1998, estrenó su nuevo cargo en un acto organizado en Tomares por la fundación que preside, la de Miguel Ángel Blanco, la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo (AAVT) y el Ayuntamiento de Tomares. Estas instituciones han organizado unas jornadas dirigidas a los jóvenes "para que no caiga en el olvido" el asesinato de Miguel Ángel Blanco y "de ninguna de las víctimas del terrorismo". Bajo el lema 25 años después, la Juventud de Tomares no olvida a Miguel Ángel Blanco, en un emotivo acto en el que han participado el alumnado de 3º y 4º de la ESO y de 1º de Bachillerato de los centros educativos Néstor Almendros, Ítaca y Al-Andalus, el alcalde de Tomares, José María Soriano, ha manifestado que "me cuesta trabajo no emocionarme ante la foto de Miguel Angel Blanco que fue asesinado por ETA el 13 de julio de 1997", ha señalado el Consistorio en un comunicado.
En el encuentro han tomado parte además, la directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Cristina Cuesta, quien ha hecho un recorrido por la historia del terrorismo en España y ha explicado a los estudiantes la esencia del acto, "para que sepáis qué fue ETA, una amenaza permanente para la convivencia y la democracia, conozcáis en primera persona la realidad de las víctimas del terrorismo escuchando sus testimonios, y sobre todo, para que no olvidemos lo que se ha sufrido en España durante cinco décadas, para que el terrorismo no vuelva nunca más, y tengáis en cuenta el enorme sacrificio que hicieron las víctimas del terrorismo para que hoy podamos vivir en democracia". "Somos un ejemplo para todos, porque en las peores situaciones nos hemos comportado de la mejor manera, a pesar del gran dolor y del esfuerzo que hemos hecho para sobrevivir, no nos hemos vengado jamás", ha añadido.
Por su parte, Jiménez-Becerril García ha contado a los estudiantes su historia, cómo él vivió el asesinato de sus padres el 30 de enero de 1998, dejando huérfanos a tres hermanos de tres, siete y ocho años, y a una familia destrozada, añade el comunicado. "Os cuento mi testimonio para que los jóvenes no olvidéis y sepáis qué fue ETA, una banda que tuvo absolutamente aterrorizada a la población durante 50 años con asesinatos diarios, y que buscaba la liberación del País Vasco, matando a los demás. Solo los cobardes, usan la violencia cuando se ven acallados. Por eso nuestra Fundación se asienta sobre tres pilares: memoria, dignidad y justicia, para que no olvidemos y podamos transmitir este mensaje a las futuras generaciones", ha asegurado.
Por su parte, la gerente de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, Martina Vidal, que vivió en primera persona la bomba que puso ETA en Sevilla el 28 de junio de 1991, ha destacado que "ninguna violencia está justificada" y ha contado a los estudiantes "las enormes secuelas psicológicas que arrastran las víctimas a lo largo de toda su vida". El derecho de las víctimas a ser recordadas y a que sus familiares no sufran el no esclarecimiento de casi un tercio de los 853 asesinatos perpetrados por la banda (376 crimines sin esclarecer), han sido también ejes centrales del acto. Finalizada la primera parte del homenaje, los alumnos se han congregado en la Plaza de la Constitución, frente al Auditorio Municipal, donde han creado el primer mural de España dedicado a Miguel Ángel Blanco, en el que han volcado sus firmas y reflexiones, y han guardado un minuto de silencio.
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