La alameda de Hércules: 450 años de su inauguración
Albert Boadella ya tiene embajador
calle rioja
Mensaje. Tabarnia se presentará en sociedad en Sevilla el próximo 31. Ayer se constituyó el Parlamento catalán y junto al Parlamento andaluz ondea una bandera de Tabarnia
Hoy va a colgar la bandera de Tabarnia en el balcón de su piso de la calle Don Fadrique "para que la vean los parlamentarios andaluces cuando entran en el edificio". Juan Antonio Rodríguez Tous (Sevilla, 1960), dio clases de Filosofía Moderna y Contemporánea entre 1994 y 2005 en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. "Cuando me vine, era cuando Esquerra Republicana empezó la campaña de España nos roba, a la que la gente no le daba importancia".
Ha apuntado en su agenda la fecha del 31 de enero. Ese día, en La Revuelta, círculo cultural de la calle Siete Revueltas que preside una imagen de Jovellanos, tendrá lugar una mesa redonda con el título Tabarnia, un proyecto renovado en una España unida, en la que intervendrán José Manuel Cansino, profesor de Economía en la Universidad Hispalense, Antonio Salguero, empresario, y Jaume Vives i Vives, periodista y uno de los principales agitadores del proyecto de Tabarnia que ha elegido a Albert Boadella como primer presidente en el exilio y que como tal ya pronunció su discurso de proclamación del territorio de Tabarnia, unido a España y separado de la Cataluña secesionista.
Boadella ha sido un fijo en la cartelera teatral de Sevilla al frente de su grupo Els Joglars. Desde Los virtuosos de Fontainebleau a Tele-Deum, estrenó Yo tengo un tío en América con motivo de la Exposición Universal de 1992. En 2006 pronunció el pregón taurino que abría la temporada de la Maestranza, una impostura intelectual viniendo de una comunidad que le ha declarado la guerra a los toros. El torero Manolo Vázquez fue su cicerone en el descubrimiento de la Semana Santa de Sevilla.
Rodríguez Tous recibió la bandera de Tabarnia desde Barcelona el 1 de enero. Vecino del Parlamento de Andalucía, ubicado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, aprovecha la sesión inaugural del Parlamento de Cataluña salido de las elecciones del 21 de diciembre para exhibir la bandera de la nueva Tarraconense, aquella región romana que en el colegio nos enseñaron que compartía los dominios de Roma con la Bética y la Lusitania.
No es fantasía, aunque suene a La Tabarnia fantástica, parafraseando el título de la obra de Alfonso Sastre en la puesta de largo de Rafael Álvarez El Brujo como actor. "No hay nada inamovible", dice este profesor, "la rebelión de la Diputación de Álava acabó con el plan Ibarreche. Santander era Castilla, Albacete era Murcia antes de ser de Castilla-La Mancha y todavía recordamos el recitado de Castilla la Nueva: Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara".
Ahijado intelectual de Ramón Carande, que apadrinó la revista Er que fundó con Manuel Barrios y Carlos Wamba, yerno de Manuel Olmedo, a sus 95 años el decano de los periodistas de Sevilla, Rodríguez Tous guarda un recuerdo magnífico de su paso por la Universidad de Barcelona y le duele que el clima político pueda deteriorarlo. "Mis amigos profesores estaban encantados con el artículo 155, porque se han desatascado todos los proyectos y becas de investigación que estaban parados por el procès".
Tabarnia la ve como una osadía política, "es algo que le pega al Podemos del principio, el de la imaginación". Y cree desde Sevilla que no hay que bajar la guardia. "El maquiavelismo es una religión laica. El separatismo es un Grial, es inagotable, muy perverso y sentimental. ¿Los béticos dejarían de ser béticos porque el Betis fuera de pena? Pues no. Aquello es igual. Todo lo que consiguen es un triunfo y todo lo que no logran es una derrota del contrario". Maquiavelo llevando a su terreno el manque pierda en las horas del que muchos consideraban ayer primer duelo tabarnés: el Espanyol-Barcelona de Copa.
Nono, nombre con el que sus amigos conocen a este filósofo y profesor sevillano, evoca a los profesores con los que coincidió en la Pompeu Fabra: Francisco Fernández Buey, firma pionera de El Viejo Topo, Rafael Argullol, Eugenio Trías, "era mi jefe, le enseñé la Semana Santa de Sevilla, le fascinaban las alpargatas de los costaleros y llegó a escribir un libro sobre el tema", o José María Micó, un discípulo del académico Francisco Rico que simultanea sus clases de Filología con su faceta de músico y cantante.
España, Cataluña y Europa aparecen hermanadas en la bandera de Ciudadanos que alguien ha colgado en su piso de la plaza de la Mata, la trastienda de la Alameda de Hércules. Madrid y Barcelona iban ayer de la mano en la presentación del último libro de Luis Alberto de Cuenca, que contó como padrino con el cantante Loquillo.
Carmen Forcadell ya no preside el Parlamento Catalán, algo es algo, e Inés Arrimadas ocupa su escaño de diputada con mayor apoyo en los comicios. El elefante de la broma jurídica de Felipe González sigue en las páginas de la novela de Saramago. La bandera de Tabarnia ya ondea en la calle Don Fadrique. El partido Nastic-Reus aparece en la quiniela del domingo, soneto de signos.
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