Los Alba: Una mediática dinastía
El adiós a Cayetana de Alba
El atractivo informativo de la matriarca se extendió a sus hijos, en particular Cayetano y Eugenia.
El atractivo informativo de la matriarca de la saga ha provocado que todos sus hijos, fruto de su matrimonio con Luis Martínez de Irujo, hayan sido también protagonistas de diversas crónicas de sociedad centradas en sus vidas personales. Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia son los herederos del ducado más rosa de España. Especialmente estos dos últimos, por el perfil de las parejas que han pasado por sus vidas.
La duquesa ha sido protagonista habitual de la prensa del corazón que, en los últimos años, la han retratado en compañía, además de Alfonso Díez, de amigos inseparables como Carmen Tello y su marido, Curro Romero.
Y ya hay una nueva generación en la Casa de Alba, la de los nueve nietos de la duquesa, que irán acaparando protagonismo en los próximos años. Fernando, el único que aparece en el testamento de su abuela, ya destaca sobre los demás. Jacobo lleva el cartel de rebelde y Brianda, habitual en fiestas, ha trabajado como DJ. Tana, como conocen a la hija de Eugenia y Francisco Rivera, es otra de las nietas con presencia en la prensa rosa.
Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo
(Madrid, 1948) El duque de Huéscar es, además del mayor de todos, el heredero del título de los Alba, administrador de la Casa y patrono de la Fundación Casa de Alba. Separado desde el año 2000 de Matilde Solís –con la que estuvo 12 años casado y tuvo dos hijos, Fernando y Carlos–, el primogénito de Cayetana ha sido relacionado con Alicia Koplowitz aunque, hasta el momento, poco más ha trascendido de un romance del que podría resultar una nueva duquesa de Alba.
Alfonso Martínez de Irujo
(Madrid, 1950). El que es poseedor del ducado de Aliaga, ha desarrollado diversos trabajos en banca nacional e internacional y, en 1977, se casó con María de Hohenlohe (de la que se divorciaría luego y con quien tuvo dos hijos, Luis y Javier). Fue a partir de la boda de este último con Inés Domecq, celebrada en septiembre de 2008, cuando se empezó a agravar la salud de Cayetana.
Jacobo Fitz-James Stuart
(Madrid, 1954). Sin duda es uno de los más bohemios del clan. Dedicado a labores editoriales y comprometido en segundas nupcias con la periodista Inka Martí, antes, en 1980, el conde de Siruela había pasado por el altar con María Eugenia Fernández de Castro, quien le dio dos hijos –Jacobo, casado con Asela, y Brianda Eugenia–, y con la que decidió romper sentimentalmente.
Fernando Martínez de Irujo
(Madrid, 1959). Muy escurridizo a la mirada pública, el marqués de San Vicente del Barco –honor que heredó de su abuela materna– está soltero y se dedica a la economía. No obstante, a pesar de su discreción, un libro firmado por Antonio El Bailarín lo apuntó como hijo suyo, escándalo sobre el que ninguno de los integrantes de la noble familia afectada habló.
Cayetano Martínez de Irujo
(Madrid, 1963). Conde de Salvatierra, jinete hípico y seductor nato. No ha ganado para disgustos con la prensa, atenta a romances como el mantenido con Mar Flores –durante el que se publicaron unas fotos de ésta con Alejandro Lecquio– o, de manera más formal, su ex, Genoveva Casanova. Con la mexicana tuvo dos mellizos, Luis y Amina, y, a pesar de los intentos, nunca se han reconciliado. Su actual pareja es la nadadora Melani Costa.
Eugenia Martínez de Irujo
(Madrid, 1968). Aunque no lo parezca por su juvenil apariencia, la benjamina del grupo ha pasado ya de largo la barrera de los 40. Superado el fracaso de su unión con el torero Fran Rivera, la duquesa de Montoro volvió a enamorarse de Gonzalo Miró, del que le separan casi dos décadas. Aparte, El Litri, Rosauro Varo o Nicolás Vallejo-Nájera han sido sólo algunos hombres en torno a los que se han comentado sonados affaires. Conocida con el cariñoso apodo de la duquesita, confiesaba que, de todas, es su pequeña Cayetana la pasión que más le importa.
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