Aeropuerto de San Pablo: La terminal ganará una hectárea para recibir más pasajeros
Infraestructuras
La ampliación del edificio hacia el sur y el norte permitirá contar con un nuevo vestíbulo de llegadas, la reconfiguración de la sala de recogida de equipajes y tres nuevas pasarelas de embarque
La reforma arranca antes del verano con una inversión de 33 millones
Recibir más pasajeros. Esta es la meta primordial de la remodelación y ampliación de envergadura que sufrirá la terminal del aeropuerto de San Pablo un cuarto de siglo después de su inauguración con motivo de la Exposición Universal de 1992. Con la reforma, que arrancará antes del verano y será faseada para minimizar la afección en la operatividad diaria del aeródromo, se mejorará la experiencia de los viajeros al agilizar los pasos que deben seguir hasta montarse en el avión, y se adecuará la infraestructura a las nuevas normativas en materia de accesibilidad. El proyecto contempla la ampliación del edificio por la zona sur y norte. Nuevos vestíbulos de llegadas, reconfiguración de la sala de recogida de equipajes, tres nuevas pasarelas de embarque, incremento de la superficie para actividad comercial y restauración, o un espacio de control de pasaportes adaptada a los nuevos requerimientos normativos son algunas de las mejoras. La terminal crecerá en 10.435 metros cuadrados. La plataforma de estacionamiento de aeronaves será reordenada para reducir la distancia que recorren los pasajeros en aquellos vuelos que realizan el embarque a pie. La inversión es de 32.995.538 euros (IVA incluido).
Ampliación hacia el sur
La ampliación de la terminal diseñada por Rafael Moneo hacia el sur afectará a tres niveles: planta baja, primera y segunda. La baja contará con una superficie abierta que servirá de acceso para los vehículos de autoridades y una superficie cerrada, en la que se localizarán dependencias de instalaciones y la reposición de las salas de autoridades y polivalente afectadas por la reforma. La ampliación en la planta primera atañerá a una superficie de aproximadamente unos 4.835 metros cuadrados, en la que se incluyen zonas comerciales y de restauración, locales de instalaciones, aseos, superficies de circulación de pasajeros y zona de embarques Schengen, proyectando seis nuevas puertas de embarque, dos posiciones asistidas y cuatro de embarque a pié o remoto. El aumento de los metros en la zona sur de la terminal engloba a las dependencias que Aena tiene en la segunda planta. Crecerá en 290 metros cuadrados.
Prepasarelas
Se proyecta la ejecución de tres nuevas prepasarelas que sirven de nexo entre el nivel de salidas de la ampliación del edificio terminal y las aeronaves. Estas cuentan con un puente que une el edificio con un núcleo, desde el cual se puede realizar el embarque o desembarque al avión a través de la pasarela o permitir el descenso a nivel de plataforma para realizar el embarque a pié a través de las sendas peatonales o el embarque en remoto por jardinera. Cada prepasarelas permite el embarque simultáneo de dos vuelos, estando el interior de la misma dividido por una mampara.
Ampliación hacia el norte
Más espacio para los embarques y desembarques o una zona de control de pasaportes adaptada los nuevos requerimientos normativos. La ampliación de la terminal hacia el norte afectará a las salidas, que ganará 1.000 metros cuadrados, y a las llegadas, que contará con 840 metros cuadrados nuevos para la futura de pasajeros remotos No Schengen. Debido a la afección de los trabajos en las dependencias actuales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, estas serán trasladadas a la entreplanta a unas oficinas que en la actualidad se encuentran sin uso. Ganan unos 180 metros cuadrados, generando una área total para las nuevas oficinas de 600. La terminal de llegadas ganará superficie para la formación de colas del control de pasaportes, el descenso de los pasajeros asistidos No Schengen, la ejecución de un aseo que corresponda a la zona de espera de control de pasaportes, un área de rechazados, y un pasillo para las llegadas de pasajeros en remoto Schengen no UE o nacionales con necesidad de paso de aduanas.
Sala de embarque
Un concepto fundamental de la reforma del edificio es la liberación de todas las compartimentaciones de la sala de embarque, de manera que los flujos de pasajeros de salidas y llegadas puedan mezclarse. Con esta actuación se habilitan nuevos espacios que podrán ser destinados a uso comercial. La retirada de las anteriores mamparas obliga a la recolocación de los mostradores de embarques en las distintas puertas de embarque.
Llegadas
Independientemente de la superficie ganada hacia el norte, las actuaciones que se realizarán en la zona de llegadas se basa en una nueva distribución del vestíbulo de llegadas, la sala de recogida de equipajes y la zona de control de pasaporte, que cambiará de ubicación. En el nuevo vestíbulo se instalarán las oficinas para alquilar vehículos y se creará un espacio para restauración. Se reconfigura la totalidad de la sala de recogida de equipajes, eliminando las actuales dependencias que separan ese espacio del vestíbulo. Tras la remodelación quedará toda la superficie para que los viajeros tomen sus bultos. Los hipódromos serán desmontados para cumplir con la normativa de seguridad aérea. Dispondrá de un muelle de carga en el patio de carrillos que realizará la entrega de equipajes a través de cintas transportadoras de una sola dirección.
Reordenación de aviones
Debido a la ampliación del edificio hacia el sur, se llevará a cabo una reconfiguración de la plataforma de estacionamiento de aeronaves. La nueva configuración dispondrá de 14 posiciones desde la que se embarcaran o desembarcaran mediante pasarela o a pie. Además, se llevaran a cabo una serie de actuaciones en el edificio actual para garantizar el cumplimiento de la normativa actual sobre accesibilidad y contraincendios. Entre ellas destacan unas barreras de vidrio para crear depósitos de humos, un nuevo grupo de presión de agua contra incendios o la preinstalación de una red de rociadores.
En la actualidad, el aeropuerto dispone de capacidad operativa suficiente para atender hasta ocho millones de pasajeros al año. Los 61.940 metros cuadrados de la terminal cuentan con 35 mostradores de facturación, seis cintas para la recogida de equipajes y cinco cintas para la facturación de maletas. La pista puede acoger hasta 25 vuelos a la hora, la plataforma de estacionamiento cuenta con una capacidad para 31 aviones comerciales y dispone de más de 3.700 plazas de aparcamientos, un aparcamiento para estacionar 20 autobuses y 1.200 plazas para coches de alquiler.
La remodelación más importante de la historia del aeropuerto vino de la mano de la Exposición Universal de 1992. Las obras incluyeron la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves hasta los 200.000 metros cuadrados, la construcción de un nuevo acceso desde la carretera Nacional IV, la remodelación de la terminal de pasajeros existente y la construcción de una nueva.
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