Abre en Sevilla un centro de estética pionero en los cuidados de pacientes con cáncer

Belleza oncológica y oncoestética son conceptos relativamente nuevos y que muchos desconocen. Aunque en Sevilla ya existen centros de belleza que trabajan en los cuidados de las personas enfermas de cáncer, el pasado viernes 9 de septiembre abrió sus puertas, en la Avenida Emilio Lemos, Innixi, un espacio pionero en terapias complementarias que mejoran la calidad de vida de estos pacientes y sus familias (que también requieren de cuidados en este proceso) y especializado en aliviar los síntomas del tratamiento antitumoral a nivel cutáneo y a través del masaje relajante oncológico. Todo ello de la mano de asociaciones de pacientes y médicos oncólogos.

Un nuevo concepto de centro de belleza que llega de la mano de María Gómez Bulnes, sevillana que comenzó su carrera en el mundo de la estética hace 20 años. Fue en su etapa como formadora de otras profesionales cuando descubrió "la poca información que había a la hora de trabajar con un cliente enfermo de cáncer en un salón de estética", recuerda de sus inicios. Así, se despertó en Gómez un interés que le llevó en 2017 a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, donde se tituló en el Curso Superior de Estética Oncológica a través de la Asociación Española de Esteticistas Oncológicas (AEEO). "Soy el número 40 de la asociación; ahí, me di cuenta de los pocos profesionales que nos dedicábamos a ello y lo desconocida que era esta rama", detalla la esteticista.

Gracias a esta formación, María Gómez pudo adentrarse en el conocimiento de un proceso tumoral, los efectos secundarios cutáneos derivados de los tratamientos del mismo y el aprendizaje del masaje relajante oncológico. "Dicha formación está avalada por miembros del sector de la oncología médica y las participantes deben completar un examen teórico-práctico para poder certificarse, permitiéndoles tratar con total seguridad a las personas enfermas de cáncer".

Tratamientos de belleza avalados por oncólogos

Habilitada para informar, aconsejar y realizar tratamientos de belleza y bienestar en cualquiera de las etapas (desde el diagnóstico pasando por el tratamiento médico y después de éste), en este centro se plantea un nuevo modelo de atención al paciente oncológico basado en terapias complementarias faciales y corporales totalmente compatibles con los tratamientos oncoterápicos. "Uno de los pilares fundamentales es trabajar siempre en contacto con el equipo médico, de esta manera podemos aplicar tratamientos y cosméticos de forma segura y eficaz", aclara la esteticista, que trabaja de forma estrecha con la oncóloga Elena Agudo y las Asociación Proyecto Mariposa y Alusvi.

Estas terapias complementarias, "no alternativas", forman parte de lo que se denomina oncología integrativa, terapias que complementan el tratamiento médico principal y que ayudan al paciente, a través de la nutrición, la meditación, el ejercicio físico o la estética, a sentirse mejor por dentro y por fuera. "Este tipo de atención puede mejorar mucho la calidad de vida de las personas, tanto a nivel físico como psicológicamente".

Gómez Bulnes insiste en que los tratamientos son seguros, con una cosmética apta y pensada para pacientes oncológicos. "Hay muchos bulos respecto a lo que puede aplicarse o hacer una persona con esta enfermedad. Al final, son productos y terapias aconsejables para todo el mundo, eficaces y seguros estés enfermo o no", reseña la esteticista que también recibe al público general en su salón.

La piel como clave

Aliviar los efectos secundarios provocados por los tratamientos oncológicos es el objetivo de esta sevillana que comienza a trabajar tras evaluar el historial médico del cliente, realizar un informe y que el médico apruebe la terapia propuesta.

Los cuidados de la piel tanto a nivel facial como corporal suele ser la necesidad más recurrente. Si la persona enferma llega a manos de Gómez antes de empezar el tratamiento oncológico, se plantea la detoxificación de los tejidos. "Uno de los primeros síntomas de la quimioterapia es la deshidratación, por lo que, además de dejar limpia de toxinas la piel, es importante que esté muy hidratada. Esto no te garantiza que no vayas a tener este efecto secundario pero sí que sea más leve". Tanto a nivel facial como corporal, en ese momento de diagnóstico, hidratar y exfoliar permitirán tener una piel fortalecida.

Cuando el paciente ya ha comenzado el tratamiento, siempre en sinergia con el equipo médico, la terapia pasaría por la hidratación a través de la línea de pieles sensibles. Éste sería el punto idóneo para aplicar también masajes relajantes oncológicos. "Gracias a estos masajes se disminuyen los dolores, minimiza el riesgo de neuropatía periférica (falta de sensibilidad en manos y pies) y ayuda a liberar la ansiedad y el estrés de la persona".

Una vez la persona haya pasado el tratamiento médico, la regeneración de la piel sigue siendo fundamental. "Sería el momento del tratamiento antiedad. Los pacientes con cáncer suelen pasar por un envejecimiento prematuro en su piel. También se tratan las machas que hayan podido quedar como secuelas".

En cuanto al presupuesto, los tratamientos oscilan entre los 45 y los 60 euros, ya sea o no paciente oncológico. El diagnóstico, tanto presencial como online, es gratuito.

Talleres de autocuidados y automaquillaje

Más allá de las terapias, Innixi está abierto a formar a los enfermos de cáncer para que con sus propias herramientas alcancen un mayor bienestar. Así, recuperando su tarea formadora, María Gómez imparte, en coordinación con las asociaciones de enfermos, talleres de autocuidados de la piel y de automaquillaje.

Con un aforo máximo de seis personas por sesión, que puede impartirse tanto en el centro estético como en las sedes de las asociaciones, en estos talleres se muestra qué cosmética se puede usar y cuál no, porque "hay mucha leyenda urbana al respecto", destaca Gómez, y cómo maquillarse.

En la inauguración del centro de Sevilla Este (Avda. Emilio Lemos, 2, ofic. 106.2) acudieron pacientes oncológicos y representantes de estas asociaciones que han encontrado en este espacio de 65 metros cuadrados un lugar donde recuperar las rutinas de belleza es más que necesario.