El ADN cerámico del Alcázar
Investigadores franceses e italianos analizan la composición de los azulejos, yeserías y frescos del palacio mudéjar a través de rayos láser
Los azulejos, yesos y frescos que decoran el Alcázar tienen su ADN y un grupo de investigadores franceses e italianos está dispuesto a averiguarlo. Se trata de un proyecto que, financiado con fondos europeos, intenta descubrir la composición de estos elementos de ornamentación mudéjar y renacentista. Los datos se obtendrán a través de rayos láser y servirán para las restauraciones que se acometan en un futuro.
El proyecto, que fue solicitado por los responsables de este recinto monumental hace un año, se denomina Molab y pertenece al programa europeo Charisma, que ofrece la posibilidad de acceder de forma gratuita a las técnicas científicas más avanzadas con el fin de investigar el patrimonio cultural. La comisión provincial de Cultura de la Junta ha dado el visto bueno a dicha iniciativa que ha comenzado esta semana con el análisis de los azulejos del Dormitorio del Rey Don Pedro y con los del Patio del Yeso, Palacio Gótico, Palacio Mudéjar y Cenador de la Alcoba.
El personal encargado de esta labor procede del Museo del Louvre de París, a los que se suman los del Instituto de Ciencia y Tecnología Molecular del CNR de Italia, especialistas en la descomposición atómica de los elementos y que lograrán saber al detalle la cantidad y el tipo de elementos que constituyen la cerámica, yesos y frescos del Alcázar. El grupo de trabajadores está dirigido por la arquitecta y profesora de la Universidad de Sevilla, María Dolores Robador; y lo integran reconocidos profesionales en este ámbito como José Luis Pérez, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones (CSIC); Jacques Castaing, investigador del laboratorio del Louvre; y Laura Cartechini, del CNR de Italia.
Este equipo trabajará durante ocho días en el recinto palaciego. La obtención de datos se conseguirá a través de sistemas no invasivos, una de las características primordiales del programa Molab. De esta forma, se podrán tomar medidas de las piezas ornamentales sin necesidad de moverlas o tomar muestras y sin el contacto con su superficie. Sólo con un punto rojo se logrará la información necesaria para la investigación. En concreto, según avanzó ayer la directora del proyecto, los equipos que se utilizarán en el Alcázar son una espectroscopia micro-Raman, una espectroscopia de infrarrojos, XFR y un acoplado XRD/XRF.
La información que se logre se trasladará al museo del Louvre, donde se analizará los próximos meses. Dicho conocimiento será de gran utilidad para la forma de proceder en futuras restauraciones. El profesor del CSIC, José Luis Pérez, indica al respecto que uno de los datos que más ha llamado la atención en los primeros días de investigación es la gran cantidad de zinc que se han descubierto en el interior de los azulejos. "Los elementos que conforman los azulejos habitualmente son plomo y estaño, pero encontrar tal cantidad de zinc como el hallado en el Palacio Gótico es algo bastante inusual", explica Pérez, quien aclara que también se ha detectado que existen "aplicaciones doradas más recientes" que confirman una intervención en la azulejería en el siglo XIX.
Robador ha insistido en que para que este proyecto salga adelante se ha tenido que superar una "estricta y severa evaluación" por parte de un comité de expertos internacionales dedicados al estudio y conservación del patrimonio cultural. "La evaluación se ha realizado atendiendo principalmente a la calidad científica de la propuesta", asegura la directora de la investigación, quien puntualiza que sólo "un pequeño número" de las solicitudes presentadas han sido aprobadas. Los datos que se consigan en este estudio no se publicarán hasta dentro de dos años aproximadamente.
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