La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Celebración
Eran como predicadores y los dirigía un cura. Así empezó la Gran Enciclopedia de Andalucía que el 27 de febrero conmemora los cuarenta años de su puesta en marcha. Un sueño que terminaba con una frase de Blas Infante. “Andalucía existe: no es preciso crearla. Hemos encontrado su genio vivo, aunque debilitado”.
“Tuvimos que recurrir a su biógrafo, Enrique Iniesta, el nieto del autor de la estatua de Bécquer, porque no había casi nada sobre Blas Infante”, recuerda Manuel Ángel Vázquez Medel, que consta como coordinador general de esta obra ciclópea y artesanal que dirigió un divino loco llamado José María Javierre, el cura que se vino desde Munich a Sevilla para escribir la biografía de Marcelo Spínola. “Acababa de salir la Enciclopedia de Aragón y como Javierre era aragonés, pensó hacer la de Andalucía con el equipo de Tierras del Sur”.
Se estaban poniendo los cimientos. El 4 de diciembre de 1977 fue la gran manifestación por la autonomía andaluza. En la Enciclopedia hay una doble página con el cielo visible aquella noche, fresca la muerte de José Manuel García Caparrós en Málaga, trabajo de la Sociedad Malagueña de Astronomía. El Domingo de Ramos de 1978, Antonio Gala clausura en Córdoba el Congreso de Cultura Andaluza. El 3 de junio de 1979 llega Rafael Escuredo a la presidencia de la Junta.
La Gran Enciclopedia de Andalucía fue como un Pacto de Antequera de la Cultura. “Todos los partidos la apoyaron”, dice Vázquez Medel, “la gente olvida que en la Junta preautonómica estaban la UCD y el Pecé. Clavero era ministro de Cultura y adquirió Enciclopedias para todas las Bibliotecas Públicas de Andalucía”. Esta réplica andaluza del trabajo de Diderot y D’Alambert se presenta el 27 de febrero de 1979, un año y un día antes del histórico referéndum. Bautismo con aires de premonición. Se eligió la fecha porque en marzo era la campaña de las municipales.
Fue una suma de voluntades en torno al padre Javierre. El equipo de la revista Tierras del Sur, Producciones Culturales Andaluzas, Cultura Viva, con Diego Limón, entidad próxima a la UCD en cuyo seno nace el Festival de Cine de Sevilla, y la imprenta de Manuel Anel, “la más importante entonces en Andalucía”. El editor era en esa época presidente del Granada Club de Fútbol.
No había ordenadores y el correo era postal. Las nuevas generaciones pensarán que Andalucía tuvo su código de Hammurabi. La idea inicial eran cinco volúmenes, pero salieron el doble: siete con los fascículos, un Atlas histórico-geográfico, un volumen con Láminas de arte y el Índice.
En la puesta de largo, se daban conjuntamente el fascículo 1 y el 8. Como el primero incluía Abú Abdalá, nombre musulmán de Boabdil, la portada llevaba un cuadro de Francisco Pradilla con la entrega de las llaves de Granada del último rey nazarí a Isabel la Católica. En el fascículo octavo, la portada era el cuadro de Bacarisas Sevilla en fiestas.
El primer coordinador fue Antonio Cascales, sevillano, alemán consorte, químico, novelista, director de campañas electorales de varios partidos. Vázquez Medel lo sustituyó y le dirigió la tesis doctoral. Los trabajos de la Enciclopedia empiezan en 1978. Un año antes le dieron el Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre. Vázquez Medel, licenciado en Filología Hispánica, hizo su entrada en la Enciclopedia. “Hablé varias veces con él, su Nobel coincidió además con los cincuenta años de la generación del 27”. La semana fundacional se cumplían cuarenta años de la muerte de Antonio Machado. “Además de Machado, Antonio, en el primer volumen está Abel Martín, el heterónimo del poeta maestro de Juan de Mairena”.
Las reuniones se celebraban en la casa de Paseo Colón, 11 donde vivía Javierre acogido por la familia Fernández-Palacios. “En 1978 nombran Papa a Juan Pablo II y se fue detrás de él”. El trabajo lo asocia con un triángulo de las Bermudas. El equipo redactor en Sevilla, la imprenta en Granada y el primer diseñador, Paco Izquierdo, en Madrid. “Después lo sustituyó Antonio Mozo Vargas, que venía de Tierras del Sur”.
Estaban todas las sensibilidades. “Yo soy de Huelva y Concha Cobreros cogió su coche y se fue a Almería para traerse todo el material que pudiera”. Contaron con padrinos de excepción como Antonio Domínguez Ortiz o Manuel Alvar, que aporta unos Atlas Meridionales del habla y la fonética. Convencieron a Javierre para que tuviera presencia el cómic, del que se encargó Pedro Tabernero. El primer volumen fue A-Betis. El séptimo y último, Roldán-Zurita. Antonio Zurita de Julián fue el candidato socialista a la alcaldía de Córdoba en 1979. Perdió con Julio Anguita, gobernó con él y le cupo el honor de cerrar la Enciclopedia.
Manuel Barrios se encargaba de los recuadros; el apartado de poesía y literatura contó con Fernando Ortiz; Ana María Flores llevaba el archivo gráfico; María del Carmen González se leyó el Espasa entero buscando referencias andaluzas. El equipo básico lo completaban Jorge Manosalvas, José María Medianero, Salud Moreno Alonso, y otros dos sacerdotes además de Javierre, Carlos Ros y José María Vázquez Soto. El cartógrafo José Andrés García Soria aportó los mapas más actuales, los del Ejército.
Se trabajaba al límite del tiempo y de los medios. Hubo que subsanar una errata relativa a los amores de Boabdil y buscar una foto del poeta Carlos Álvarez del que por confusión mandaron una del cantante brasileño Roberto Carlos. En 1985, la Gran Enciclopedia de Andalucía fue adquirida por la Consejería de Cultura, pero nunca ha hecho nada”.
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