27 grados: Una temperatura "imposible" para los comercios de Sevilla

Medidas de ahorro energético

Jóvenes saliendo de un conocido comercio.
Jóvenes saliendo de un conocido comercio. / Juan Carlos Vázquez

Mucho desconocimiento y una sensación prácticamente unánime: en Sevilla se va a hacer difícil estar en el interior de un comercio a 27 grados. Las medidas para el fomento del ahorro y la eficiencia energética anunciadas por el Gobierno de España, publicadas el pasado martes en el BOE, están generando ríos de tinta y muchas críticas por su complicado cumplimiento. Un paseo por las principales zonas comerciales de la ciudad deja clara la dependencia que los locales tienen del aire acondicionado durante buena parte del año. Las máquinas se exprimen al máximo en estos días para hacer frente a la canícula hispalense. Por otra parte, la mayoría de las tiendas deberán adaptar sus accesos e instalar puertas que permitan el aislamiento térmico. Quizás sea este el principal problema que deberán afrontar.

El eje comercial formado por las calles Tetuán, Velázquez y O’Donnell, además de ser el más caro de la ciudad, es una oasis cuando el calor aprieta. El aire acondicionado de las tiendas sale al exterior bajando bastantes grados la temperatura y ofreciendo un alivio térmico a los sufridos viandantes. Pero esto, en virtud del decreto del Gobierno, va a cambiar. A partir de ahora las puertas van a tener que estar cerradas, instalándose sistemas que permitan el aislamiento térmico. La mayoría de los comercios carecen ahora mismo de este tipo de instalación. Con respecto a mantener la temperatura de los locales a 27 grados, lo que no quiere decir que la máquina deba a estar a esa temperatura, la mayoría lo ve imposible. Así lo afirma, por ejemplo, Raquel Delgado, trabajadora de la zapatería Dorado: “Todavía no nos han dicho nada, pero con el calor que hace aquí va a ser un problema. Ahora tenemos el aire puesto a 23 y muchas veces lo tenemos que bajar más”.

De totalmente inviable tilda la medida Lorena, de la tienda Ridebike, en la calle O’Donnell. Asegura que tiene el aparato de aire acondicionado a 18 grados y que apenas se nota: “Esto es una tontería, como lo de la corbata. Ni en casa podemos tener el aire a 27 grados. Es imposible”.

Un comercio del centro de Sevilla.
Un comercio del centro de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

La mayoría de los comercios visitados por este periódico prefieren no pronunciarse sobre cómo van a adaptarse a estas medidas porque deben recibir las instrucciones oportunas desde las oficinas centrales. En la joyería Orobriz, en la calle San Eloy, Rosa todavía no sabe lo que tendrán que hacer, pero sí advierte una cosa: ellos mantienen las puertas siempre abiertas por seguridad. Sobre el calor, no tiene dudas: “Va a ser insoportable e insostenible. No va a entrar nadie. No se puede tener a esa temperatura”.

Pero no todos van a ser opiniones negativas. Alejandro García, trabajador de Multiópticas, explica que gracias al decreto les van a instalar una puerta que llevaban tiempo pidiendo. Con ello van a poder mantener una temperatura estable en el interior.

Por su parte, los bares y restaurantes de Sevilla subirán el termostato del aire acondicionado, pero menos de lo anunciado por el Gobierno. Así lo explicó el presidente de la Asociación de Hostelería, Antonio Luque, que anunció esta medida en virtud a al Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

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