Casi el 18 por ciento de los empleos en Sevilla están ligados al turismo

Es como un mantra que se repite continuamente: el turismo es el motor de la economía de la ciudad, pero hasta ahora nadie le había puesto números a ese motor. Lo ha hecho el proyecto Impetus (Impacto Económico TurismoSevilla) desarrollado dentro del convenio de colaboración entre Contursa (Turismo de Sevilla) y la Fundación de Investigación de la US. 

Las conclusiones del estudio realizado por el grupo Applied Economics & Management se refieren, sobre todo, al año 2019, pero el análisis de los datos llega hasta el 2023. La elección de 2019, el mítico año donde se alcanzaron todos los récords en materia turística en la ciudad de Sevilla, se debe a que es el último año que no está condicionado por la pandemia y los años posteriores al Covid. 

Entre las cuestiones más llamativas destaca que el 17,66% del empleo de la ciudad (52.325 en términos absolutos) está relacionado con el turismo y este sector aporta 5.039 millones de euros de Valor Añadido Bruto a la ciudad. Según el informe UrbanTur, Sevilla fue el destino turístico más competitivo de Andalucía entre 2016 y 2022. Según Impetus, la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía recogía que los empleos en este sector representaban el 13,6% de los 3,12 millones de ocupados andaluces. En concreto, en 2019, la contribución directa del sector de viajes y turismo al PIB local fue de 1,57 mil millones de euros.

 El informe indica que, salvando el retroceso del 67% sufrido en 2020 a causa de la pandemia, en 2022 hay “una clara consolidación de la tendencia a la recuperación, con un crecimiento del 57,7% interanual y aportando 1,3 mil millones de euros al PIB local. Los puestos de trabajo creados en 2022 fueron 20.678 que, aún por debajo de los 23.413 de 2019, indican una “tendencia al alza”. 

Según Impetus, por cada 100 empleos que genera la actividad turística de forma directa se crean 72 adicionales, o por cada 100 euros de producción turística la economía produce 183 más como efecto intersectorial.

El objetivo de Impetus es determinar qué aportan la empresas turísticas, en su más amplio sentido, a la economía de la ciudad. La investigación ha sido realizada por Manuel J. Marchena, José Ignacio Castillo-Manzano, Mercedes Castro-Nuño, Lourdes López-Valpuesta y Rafael del Pozo. 

Una de las cuestiones que más llama la atención de Impetus, que analiza todos los vectores que están implicados en el sector turísticos, es el apartado dedicado a la saturación. Para ello establece una comparación de indicadores de densidad e intensidad de la demanda turística de Sevilla con otros destinos como Barcelona, Cádiz, Granada, Madrid y Palma. La conclusión es que ciudades costeras como Barcelona, Cádiz o Palma “tienden a mostrar valores superiores de indicadores de saturación en términos generales”. Sin embargo, ciudades como Madrid o Sevilla tienen menos saturación. “En todo caso, Sevilla no lidera ninguno de los indicadores propuestos, mostrando incluso, ocasiones, valores de saturación por debajo de la media”. 

Es más, según el informe, la ciudad, en comparación con el resto de las analizadas, “presenta un crecimiento equilibrado” donde el desarrollo turístico “parece seguir patrones más prudente, buscando mantener un turismo sostenible sin comprometer la calidad de vida de los residentes ni la experiencia del turista”.

Dentro de los estudios de impacto económico aplicados al turismo, en el informe se tiene en cuenta que este sector tiene la capacidad para "promover el consumo y la internacionalización de productos locales, lo que no solo aumentan las ventas, sino que también fortalece la identidad y la marca de los destinos”.Además, el informe indica que la sostenibilidad y la tecnología presentan oportunidades significativas para ejercer “un efecto de arrastre sobre otras actividades económicas". 

El estudio de impacto económico del turismo analiza también la evolución de la oferta de alojamiento tradicionalmente reglado, que va desde los 387 con 25.091 plazas en 2017 hasta los 516 con 34.035 camas en 2022.

Dentro de este sector, las viviendas de uso turístico han sido la categoría de alojamiento que más ha crecido en Sevilla capital. Una tendencia que no ha seguido con las agencias de viajes. Si en 2018 había 307, en 2022 se redujeron a 215. Sí han aumentado en líneas generales otros negocios relacionados con los viajeros como el ocio, entretenimiento y esparcimiento o la restauración y el cátering turístico. En líneas generales, había 54 empresas de ese tipo en Sevilla en 2018 y en cuatro años se convirtieron en 176. Las que mayor crecimiento experimentaron, según Impetus, fueron las dedicadas al transporte turístico (desde autobuses a alquiler de bicicletas), al turismo activo o las de intermediación de servicios.

Origen de los viajeros

El origen de los viajeros es otra de las variables tenidas en cuenta durante esta investigación. Hasta la pandemia, las pernoctaciones eran sobre todo de turistas extranjeros.Tras la pandemia, sobre todo en 2021 y por las restricciones para salidas de algunos países, la mayoría de los visitantes fueron españoles. 

En los últimos años donde se va recuperando las cifras de viajeros anteriores a la pandemia, los viajeros extranjeros que llegan a Sevilla siguen siendo sobre todo franceses, británicos y estadounidenses. Respecto a la permanencia en la ciudad, en el período de 2019, la estancia media era de dos noches, “unos datos que revelarían una permanencia en la ciudad muy vinculada a estancias cortas y citybreaks. 

En 2022, la estancia media de los turistas españoles en Sevilla fue de 1,78 y la de los viajeros extranjeros, 2,33. Curiosamente, la media de pernoctaciones de españoles fue la misma que en el año 2017 mientras que la de los extranjeros fue menor que en 2020, cuando la estancia fue de 2,35 noches. En cuanto a los intereses de los viajeros que llegan a Sevilla, visitar el conjunto formado por la Catedral y el Real Alcázar sigue liderando el ránking de monumentos, “poniendo de manifiesto el relevante papel que ejerce como impulsor del turismo cultural”.