Los 'estatutos Arenas' salen adelante
La normativa fue aprobada por 82 votos, sólo uno más de lo requerido para la mayoría cualificada
El Consejo de Cofradías y Hermandades ya cuenta con nuevos estatutos, o mejor dicho, con los estatutos reformados que datan de 1988. La asamblea extraordinaria de hermanos mayores dio ayer el visto bueno a dicha renovación que fue aprobada por 82 votos, sólo uno más de los necesarios para conseguir la mayoría cualificada con la que pueden salir adelante. Se pone así fin a un largo proceso gestionado durante el primer mandato de Adolfo Arenas.
La reforma de los estatutos del Consejo de Cofradías comenzó el 6 de octubre de 2008, cuando la asamblea de hermanos mayores aprobó la renovación de la normativa existente, pero no ha sido hasta más de cuatro años después cuando ha concluido este largo procedimiento. La cita para esta ocasión fue en la sede de la Fundación Cajasol, en la Plaza de San Francisco. Mientras que sevillanos y turistas entraban por el acceso principal de la citada plaza para ver el belén allí montado, los hermanos mayores y representantes de hermandades lo hacían por la lateral de Chicarreros, donde la ligera llovizna que caía minutos antes de que comenzara la asamblea -a las 11:00- evitó que se alargaran demasiado los típicos corrillos. El delegado diocesano de hermandades, Manuel Soria, apuró los minutos para llegar. Lo hizo casi a la par que el hermano mayor del Silencio, Alberto Ybarra, el último en acceder.
Revuelo de gabardinas, chaquetas y algún que otro abrigo antes de tomar asiento. Aunque la duración se preveía larga, antes de las 12:15 los allí presentes ya se encontraban rezando el Ángelus. Todo había transcurrido con tranquilidad, "como en una balsa de aceite", decían los primeros en abandonar la sala en un apresurado resumen. Después de una época de convulsión parece que llega la calma -al menos, momentánea- a San Gregorio.
La cita no sólo sirvió para aprobar los estatutos. Previamente se ratificaron los nuevos cargos del Consejo: Manuel Nieto como vicepresidente y Carlos López Bravo como secretario. Después llegó el momento que marcó un nuevo capítulo en la historia del Consejo y que, pese a su importancia, la institución resumió en tres líneas.
El resultado de la votación hubo que buscarlo fuera del comunicado oficial: 82 votos a favor (la mayoría cualificada está establecida en 81), 24 en contra, 5 en blanco y uno nulo. La elección -se votó la normativa en bloque y no por artículo- fue secreta tras solicitarla dos representantes de hermandades del Viernes Santo. Antes de este momento los tres juristas que han participado en la elaboración de la normativa, Enrique Esquivias, Francisco Berjano y Vicente García Caviedes, defendieron el texto de los estatutos. Las únicas alegaciones procedieron de la sección sacramental, a la que se la ha quitado dos delegados (ahora son cuatro), una merma que se justificó por ser sólo seis corporaciones las que gozan de este carácter sin estar fusionadas. Con esta aprobación entra en vigor el principal legado de Adolfo Arenas al mundo de las hermandades.
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