Con vistas a 2024: un año extraordinariamente cofradiero en Sevilla

Agoniza un año, el 2023, que ya forma parte de la memoria colectiva cofradiera de todos los sevillanos. A una Semana Santa plena, con reforma de itinerarios y horarios incluida, se le unió la celebración de un Santo Entierro Grande absolutamente pletórico, en el que participaron quince pasos invitados con motivo del 775 aniversario de la restauración del cristianismo en la ciudad. Además, el otoño resultó ser especialmente intenso en el espacio de un mes: las salidas extraordinarias de las Angustias de Los Gitanos, la Virgen del Rosario de la Milagrosa y la Virgen del Patrocinio, cada una en su estilo, aportaron el broche perfecto al calendario. No podemos obviar la procesión de la Protectora de Dos Hermanas, la Virgen de Valme, que viajó en coche descapotable hasta Sevilla para procesionar junto a San Fernando.

Con todo ello, el cofrade jamás termina de saciar su sed de procesiones y el inminente 2024 se postula como uno de los años más trascendentales desde que se tienen registros. La Semana Santa, que será muy tempranera (22 de marzo Viernes de Dolores), incluirá también algunos cambios, pero menos drásticos que el año anterior. La Cena y la Paz permutarán sus puestos el Domingo de Ramos, el Martes Santo cambiará por completo su orden de paso por la Carrera Oficial, el Miércoles mantiene la nómina con ajustes de recorridos y el Jueves regresa al formato habitual. La Madrugada no experimentará cambios (Gran Poder vuelve por el Postigo) y el resto de días se mantiene inalterable.

A partir de entonces, el calendario se nutrirá de un amplio número de procesiones extraordinarias que se acercan a la decena, siempre acompañadas de los cultos propios del tiempo ordinario de glorias. Todo comenzará días antes del Corpus, a finales de mayo, cuando la hermandad de la Hiniesta celebre el 50 aniversario de la coronación canónica de su imagen letífica. Habrá besamanos en el Ayuntamiento y procesión coincidiendo con la víspera de uno de esos jueves que reluce más que el sol. Sin solución de continuidad, unas horas después, el Cristo de Burgos presidirá una misa estacional en la Plaza de San Francisco sobre su paso procesional. Será el día 1 de junio, con las primeras luces del alba, con motivo del 450 aniversario de la hechura de la imagen, la más antigua documentada de la Semana Santa.

El verano se despedirá por la puerta grande, nunca mejor dicho aprovechando el símil taurino. El 14 de septiembre será coronada canónicamente la Piedad del Baratillo, un evento para el que se sigue trabajando en la calle Adriano y del que se espera personalidad, tanto en la forma como en el fondo. Sevilla volverá a vivir una coronación cinco años después, tras la de la Virgen de los Ángeles en mayo de 2019. El Baratillo, de este modo, se convierte, como curiosidad, en la única hermandad de la Semana Santa en tener a dos titulares distinguidas con el rango de coronación canónica.

Ya en pleno otoño, a primeros de octubre, está prevista la salida extraordinaria del Inmaculado Corazón de María de Heliópolis por el 75 aniversario fundacional y el traslado, en rosario de la aurora, de la Virgen de la Salud de San Isidoro a la Catedral por el 350 aniversario de sus primeras reglas. Ambos cultos se programan para el mismo día: sábado 5 de octubre. A finales de este mes, una devoción capital de la Semana Santa celebrará el primer cuarto de siglo de su coronación canónica: la Virgen de la Estrella. La dolorosa trianera presidirá a lo largo del año varios cultos extraordinarios, entre ellos, un triduo en la parroquia de San Jacinto, templo del que saldrá bajo palio en dirección a la Catedral la tarde del 31 de octubre, día en que se coronó allá por 1999. El regreso triunfal a Triana está previsto para el 2 de noviembre, sábado.

En noviembre está prevista la celebración, ni más ni menos, del centenario de la hermandad de Los Estudiantes que, fiel a su historia, volverá a dejarnos estampas para la hemeroteca. La cofradía -que a finales de febrero marchará a la Catedral con sus imágenes, en andas, para el Quinario- celebrará del 13 al 15 de noviembre un triduo extraordinario en su sede fundacional, la iglesia de la Anunciación, previo traslado en andas. El domingo 17, tras la Función en Acción de Gracias, ambas imágenes regresarán al Rectorado en sus pasos procesionales, tal y como ocurriera en 1974.

La procesión del Congreso

Por último, la Andalucía y la España cofrades focalizarán sus miradas en nuestra ciudad a primeros de diciembre. El día 8, Festividad de la Inmaculada, se celebrará la gran procesión de clausura del II Congreso Internacional de Religiosidad Popular, un evento de magnitud inédita en la historia de las cofradías de Sevilla. Aunque generaciones pasadas han conocido otras “procesiones magnas”, sin duda la de 2024 trasciende todo límite por su formato y por las imágenes invitadas. Ese día procesionarán por Sevilla la Esperanza Macarena, el Gran Poder, La Esperanza de Triana y el Cachorro, acompañadas por otras tres imágenes de la provincia: la Virgen de Valme (Dos Hermanas), la Virgen de Setefilla (Lora del Río) y la Virgen de Consolación (Utrera). Por supuesto, cerrará la procesión la Patrona de la Archidiócesis, la Virgen de los Reyes. A todo ello se le unirá el programa de traslados de todas las imágenes a la Catedral, actos que tendrán lugar los días previos.

Aún estamos a tiempo de desconectar y disfrutar de estos días en familia, pero que nadie se duerma en los laureles. Un 2024 extraordinario nos espera.