La Virgen de Setefilla vuelve a su santuario tras casi tres años en Lora del Río

A las 8:00 de la mañana se levantaron las andas de la Serranita Hermosa, que ya se encuentra en su Santuario

Cientos de fieles acompañaron a la patrona loreña durante los once kilómetros que separan la localidad del templo

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Un cielo gris encapotado amenazó durante todo el día el traslado hasta el Santuario
Un cielo gris encapotado amenazó durante todo el día el traslado hasta el Santuario / Ayuntamiento de Lora

Un rito inalterable que pervive en el tiempo como una de las reliquias religiosas de nuestra provincia. La Virgen de Setefilla ya se encuentra de nuevo en su Santuario, desafiando todo impedimento meteorológico, una circunstancia anecdóticamente habitual. En la mañana de este domingo, tal y como se acordó por parte de la hermandad y los propios vecinos, y después de haberse pospuesto en hasta dos ocasiones, la patrona de Lora del Río ha sido trasladada al templo en el que habitualmente recibe culto, a excepción de aquellos periodos en los que es venerada en la localidad.

A las 7:00 de la mañana, y tras haber permanecido abierta durante toda la madrugada, comenzaba la misa en la parroquia de la Asunción, y una hora después, aún con las primeras luces del alba y con un malva que se cernía sobre las alturas de la vega, la Serranita Hermosa emprendía el rumbo hacia el poblado al que da nombre, a pesar de la lluvia registrada durante prácticamente todo el día. Tras rezarse la salve en la Roda Arriba, en la ermita de Santa Ana, la comitiva emprendió el camino hasta la Cruz de San José, donde los descendientes de Diego Martínez se encargaron de cubrir las andas de la Virgen para, definitivamente, abandonar el pueblo y recorrer las dos leguas -once kilómetros- que separan el poblado y el corazón de la villa.

La Virgen de Setefilla, cubierta con un impermeable durante su traslado al Santuario
La Virgen de Setefilla, cubierta con un impermeable durante su traslado al Santuario / José María Silva

Tocados con el siempre particular pañuelo blanco, los devotos loreños portaron las andas acompañados por un nutrido y generoso número de fieles procedentes no solo de toda la comarca; también de la propia capital, a raíz de la devoción y el interés suscitado por la participación de la Virgen de Setefilla en la procesión de clausura del II Congreso de Hermandades, celebrada en Sevilla el pasado 8 de diciembre. Al llegar al poblado, las andas fueron cedidas a los habitantes que así lo hubieran solicitado, para portarla en su discurrir por este enclave. Ya en la iglesia, se descubrió el velo anterior que cubre a la Virgen y la procesión se detuvo unos minutos para entonar una salve, antes de ser nuevamente cubierta de cara al tramo final de esta particular "ida", que es como se conoce al traslado del "orgullo de los loreños" hasta su santuario.

A partir de este momento, se inicia una nueva cuenta atrás que se prolongará durante cinco años, el tiempo establecido para una nueva venida de la Virgen a Lora. Es decir, habrá que esperar hasta 2030 para que los fieles loreños puedan venerar a su patrona en la iglesia mayor del municipio. Broche de oro a una estancia de casi tres años, puesto que la Virgen de Setefilla "vino" a Lora el 1 de mayo de 2022. Rito cumplido tras unos meses inolvidables para todo un pueblo, que mantiene viva una de las manifestaciones de fe populares más multitudinarias e inigualables de toda la provincia de Sevilla.

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