La Virgen de las Nieves vuelve a presidir Santa María la Blanca

Todo vuelve progresivamente a la normalidad allá por la antigua judería. La Virgen de las Nieves ya recibe culto, nuevamente, en su lugar habitual: el altar mayor de la iglesia de Santa María la Blanca, una vez han concluido las tareas de restauración de este espacio. Hace unos días se anunció la retirada definitiva de los andamiajes y la imagen letífica ocupa desde estas últimas horas el lugar que corresponde. 

Los trabajos, que comenzaron el pasado mes de noviembre, han obligado a esta corporación a reajustar la actividad cultual, cuestión motivada incluso por cierre total de la iglesia al encontrarse el retablo en la misma nave central. De hecho, al igual que ocurriera en dos ocasiones en la última década, la Virgen de las Nieves tuvo que ser trasladada a San Nicolás principios de este mes para celebrar allí los cultos anuales con motivo de su festividad: la salutación y la solemne función del día 5 de agosto. La imagen fue dispuesta en unas sencillas andas colmatadas de nardos para efectuar de manera externa y solemne dichos traslados. 

Sí se desarrollarán, con las facilidades propias, la tradicional y exquisita procesión del mes de octubre por las calles de la feligresía, así como el besamanos extraordinario de la imagen previsto con motivo del II Congreso Internacional de Hermandades, siendo la primera corporación hispalense en sumarse a la invitación de Palacio. 

La restauración del altar mayor de Santa María la Blanca (obra fechada en 1657 y realizada por Martín Moreno) ha sido desarrollada por un equipo coordinado por José Joaquín Fijo y Almudena Fernández, y ha consistido en dos vertientes fundamentales: las propias sobre el retablo y las arquitectónicas, interviniéndose en la cúpula interior del ábise y recuperando las dimensiones originales del camarín. El retablo se encontraba en un preocupanate estado de conservación, debido a que presentaba un serio problema de anclaje a la pared, lo que ha provocado un vencimiento progresivo. De igual modo, había sido afectado por un ataque de insectos, eso sí, inactivo. Además, las tareas permitieron desvelar, el pasado mes de abril, tres hornacinas del hejal de la primitiva sinagoga, es decir, en lugar donde se guardaban el Talmud y la Torá.