La Virgen de Consolación en la procesión magna de Sevilla: itinerario y horario

Sevilla/Una devoción clave en la historia de la provincia que revive con fuerza y esplendor en la actualidad. La Virgen de Consolación, patrona de Utrera, es una de las imágenes destacadas en la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades, que se celebra el 8 de diciembre.

Invitada expresamente por el arzobispo, la Virgen de Consolación se ubica en quinto lugar dentro del cortejo, tras la Virgen de Valme y antes del Cristo de la Expiración, conocido como el Cachorro, ofreciendo una estampa histórica inolvidable.

Itinerario y horario de la Virgen de Consolación en la magna de Sevilla

• Salida (17:40)
• RECORRIDO COMÚN: Puerta del León (18:10)
• Puerta de Jerez (18:40)
• Avenida de Roma (19:00)
• Torre del Oro (19:15)
• Maestranza (20:05)
• Puente de Triana (20:35)
• Reyes Católicos
• Puerta de Triana

Recorrido y horario de la procesión de regreso

• San Pablo (21:00)
• Pz. Magdalena
• O´Donnell (22:00)
• Campana (22:30)
• Martín Villa
• Villasís
• Imagen (23:00)
• Santa Ángela de la Cruz (0:00)
• Gerona (1:00)
• Capataz Manuel Santiago
• Plaza de los Terceros
• Sol (1:30)
• Entrada (2:10)

Virgen de Consolación, Patrona de Utrera

Utrera, situada a unos treinta kilómetros al sur de Sevilla, cuenta con más de cincuenta mil habitantes, consolidándose como un núcleo importante de la comarca. Su historia, rica en aspectos sociales, etnográficos y antropológicos, la convierte en un referente único.

En el Santuario de Nuestra Señora de Consolación, la patrona y alcaldesa perpetua de Utrera recibe el fervor de sus fieles. Esta enigmática talla ha sido objeto de devoción durante más de quinientos años. Su santuario, erigido en el siglo XVI por la Orden de San Francisco de Paula, ha sido testigo de innumerables plegarias y muestras de fe.

La Virgen de Consolación es una pequeña imagen de estilo tardobizantino, fechada a finales del siglo XIV. Originalmente en estado sedente, fue adaptada al gusto barroco para ser vestida. Durante siglos, su devoción trascendió fronteras, llegando incluso a Iberoamérica.

En su apogeo, esta imagen fue protagonista de la que se consideraba la romería más importante de España, atrayendo a más de treinta mil personas en un tiempo en el que el país apenas contaba con seis millones de habitantes.

En el siglo XVIII, el rey Carlos III prohibió esta multitudinaria celebración debido a los disturbios y desórdenes que se producían, así como a la dificultad de controlar una concentración tan masiva en un espacio reducido. A partir de entonces, el culto a la Virgen de Consolación se centró más en el ámbito local. Sin embargo, aún hoy, miles de peregrinos visitan su santuario cada año, demostrando que su devoción sigue viva y siendo un testimonio del rico pasado de esta tradición.

Un elemento singular y característico de la Virgen de Consolación es el pequeño barco que sostiene en su mano derecha. Esta pieza única, confeccionada en cristal de roca y oro, fue donada en 1579 por Rodrigo de Salinas, un comerciante de la época.

Más allá de su valor simbólico, este barco tiene un notable interés histórico, ya que ofrece un ejemplo detallado de las embarcaciones que se usaban para cruzar hacia el Nuevo Mundo en el siglo XVI. Originalmente concebido como un perfumero, este singular objeto es hoy una joya única en el mundo y un icono inseparable de la Virgen.

Aunque la devoción a la Virgen de Consolación tiene más de quinientos años, la hermandad que se encarga de su culto es más reciente. Su origen se remonta a 1649, en plena epidemia de peste que asoló Utrera.

Ante esta tragedia, los habitantes de la localidad solicitaron a las autoridades eclesiásticas la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, San Francisco de Paula y Santos Mártires. Esta se estableció inicialmente en el Hospital de la Mesa, hoy desaparecido, y fijó su sede en la actual calle Sor Marciala de la Cruz.

En sus primeras reglas, se establecía que la hermandad debía procesionar el Domingo de Lázaro con un Cristo Crucificado que existía en el santuario. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la corporación sufrió numerosos altibajos.

Tras la supresión de la romería en 1771 y la invasión francesa, la hermandad quedó prácticamente desorganizada. Fue en 1841, gracias al esfuerzo de Joaquín Giráldez Cortés, célebre criador de toros y hermano mayor durante más de dos décadas, cuando se reorganizó. En 1842, obtuvo la aprobación oficial del Duque de la Victoria, actuando en nombre de Isabel II, y en 1862, una Real Cédula estableció su reconocimiento legal.

Durante la procesión magna, la Virgen de Consolación estará acompañada por la banda de música 'Álvarez Quintero'. El recorrido incluirá puntos emblemáticos como el convento de Santa Ángela de la Cruz, culminando con su entrada en la iglesia de Nuestra Señora de Consolación, conocida como Los Terceros.

Esta participación refuerza la importancia histórica y religiosa de esta talla, dejando patente que su legado y devoción permanecen vivos en la memoria colectiva de Utrera.