El vicario da marcha atrás y la Toma de Hora será en la Catedral

El Consejo de Hermandades expone una serie de razones históricas que acaban convenciendo a Teodoro León de mantener la tradición.

El Cabildo obliga a celebrar la Toma de Horas fuera de la Catedral
El Cabildo obliga a celebrar la Toma de Horas fuera de la Catedral
Juan Parejo, Sevilla

13 de marzo 2015 - 17:28

El Cabildo de Toma de Hora se seguirá celebrando en la Catedral. Este viernes al mediodía ha tenido lugar en el Palacio Arzobispal una reunión entre los cargos generales del Consejo de Hermandades y Cofradías y el vicario general y dean de la Archidiócesis, Teodoro León, que estuvo acompañado del secretario general canciller, del delegado diocesano de Hermandades y Cofradías y del delegado para Asuntos Jurídicos de Hermandades y Cofradías.

El presidente y los cargos generales han expuesto una serie de razones históricas y de respeto a la tradición para mantener el Cabildo de Toma de Horas de la Catedral, tras los cuales el vicario general dio marcha atrás en su decisión, por lo que el próximo domingo se celebrará el mismo en la Capilla Real a las 8:30 y a las 9:00 en segunda convocatoria.

El Cabildo Catedral había considerado que según lo que establecen estas normas este acto protocolario que reúne a la junta superior del Consejo, los hermanos mayores y diputados, la autoridad eclesiástica, representada por el vicario general, y la autoridad civil, encabezada habitualmente por el delegado de Fiestas Mayores, no era apropiado para desarrollarse en la Catedral. El escenario este año sería la sede de la Fundación Cajasol.

La historia de este cabildo se remonta a diciembre de 1604, cuando se celebró en Sevilla el sínodo diocesano convocado por el cardenal Niño de Guevara. Ahí se regularon algunos aspectos cruciales que terminaron por configurar la Semana Santa tal como hoy la conocemos. Entre otras cuestiones, se dispuso que el provisor y vicario general de la Archidiócesis debía señalar las calles por donde cada cofradía debía ir y su hora de salida. Esta práctica ya se encontraba establecida pero es ahora cuando se institucionaliza y adquiere carácter obligatorio.

Desde la segunda mitad del siglo XVIII se empieza a imprimir la nómina de las cofradías, indicando su sede canónica y su día y hora de salida, tradición que se ha conservado, incluso con una mayor profusión de datos. Este "señalamiento de horas" tenía lugar, en origen, el Martes Santo, en la Capilla de las Doncellas de la Catedral, como se puede leer en la web del Consejo: "Constituyéndose un juzgado compuesto por el Provisor con su Fiscal y el Presidente del Ayuntamiento con alguno de sus Tenientes, asistidos de Notario, secretario y otros oficiales de estas autoridades eclesiástica y seglar".

A partir de 1844, el acto comenzó a desarrollarse en el Antecabildo catedralicio. En 1880, se trasladó su celebración al Sábado de Pasión. Ya en pleno siglo XX, se ubicó en la Sacristía Mayor, en la Sala Capitular y, más recientemente, en la Capilla Real, adelantándose su convocatoria hasta el domingo previo al Pregón. Actualmente, es un acto puramente simbólico en el que el secretario del Consejo lee los cambios en la nómina y el vicario general sanciona con su rúbrica los horarios e itinerarios oficiales de las hermandades.

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