Variedad y riqueza: El Valle y Montserrat presentan sus Paños de la Verónica 2024

Dos de las pinacotecas más interesantes de todas las cofradías sevillanas que engrosan aún más su patrimonio. Las hermandades de Montserrat y el Valle han presentado en estas últimas horas sus correspondientes Paños de la Verónica, una representación pictórica del milagro por el cual el rostro de Jesús quedó impresionado en el paño que esta Santa Mujer le ofreció en el camino de la Amargura.

En el caso del Valle, el malagueño Raúl Berzosa ha sido este año el encargado de pintar el paño, que como cada Jueves Santo se podrá ver en el paso del Señor con la Cruz al Hombro. Una obra completísima, ejecutada en técnica mixta y donde predominan los colores apagados y pardos. En el centro del paño, coronado de espinas y rodeado de una luz amarillenta, el rostro de un Jesús que mira hacia su izquierda, con unos ojos serenos tras los que se adivinan los padecimientos de la pasión. Regueros de sangre manchan sus mejillas pero la mirada es clara y nítida. Una obra de arte profunda y que invita a la reflexión. Berzosa se une así a la amplia lista de artistas que han pintado esta obra, desde Carmen Laffón hasta Guillermo Paneque.

Montserrat y su originalidad

En la capilla de Montserrat se presentaba en la tarde del sábado un impactante Paño de la Verónica, que a nadie ha dejado indiferente por su formato novedoso y que nos indica la posibilidad de evolucionar y renovarse sin perder un ápice de identidad. En este caso ha sido el taller Daroal el encargado de realizar esta obra, ejecutada en óleo sobre muaré y rostro de metal plateado cincelado a mano por José Jiménez, con patrón modelado en barro del taller.

La pieza se concibe como las reliquias cristianas que se identifican con el paño de la Verónica, surgidas en la época medieval, tomando como modelo los grabados antiguos de la reliquia del Santo Rostro de Jaén, que se conserva en la catedral desde el siglo XIV. La inspiración de hacerlo en metal, que contribuye al efecto intencionado de reliquia, proviene concretamente de la Semana Santa de Trapani (Italia). Otra auténtica maravilla que portará la hermana correspondiente en la tarde del Jueves Santo, en concreto en el cortejo del Cristo de la Conversión.