El tambor perdido y hallado en la corrala
Un músico de las Tres Caídas recupera el instrumento que le robaron hace más de dos años. Un activista, al que habían visto en fotos, lo había utilizado durante este tiempo.
De las Tres Caídas a la Corrala Utopía, una historia de ida y vuelta con final feliz. Álvaro Rodríguez Marcos es el responsable musical de la batería de la banda de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana, en la que lleva casi 19 años. El domingo recuperó el tambor que le habían robado del coche hace más de dos años, una pieza única y exclusiva que había utilizado durante casi una década. El instrumento había acabado -la Policía Nacional trata de averiguar cómo- en las manos de un activista de la Corrala Utopía, al que le fue intervenido el sábado por la noche. Fue el destino, la casualidad o la providencia, la que quiso que una manifestación en apoyo de la corrala y la procesión de la Esperanza Divina Enfermera, en la que participaba las Tres Caídas, confluyeran en la Macarena. Tras dar la voz de alarma, la Policía requisó el tambor que le fue entregado el domingo a su legítimo dueño.
"Parecía que después de tanto tiempo ya no íbamos a verlo más. En los medios de comunicación habíamos visto hace un año alguna fotografía de manifestaciones en las que iba una persona con el tambor, pero nunca pudimos hacer nada más". La historia cambió el sábado por la noche. La Divina Enfermera había alterado su recorrido este año para visitar la basílica de la Macarena con motivo del año jubilar que celebra la cofradía de la Madrugada. Cuando la banda de las Tres Caídas -que abría el cortejo- se encontraba a la altura del Arco, uno de sus miembros se percató de la manifestación y que allí estaba el hombre que habían visto en las fotos con el tambor de Álvaro. "Me lo dijo un compañero y rápidamente llamé a un Policía Nacional que pasaba en una moto para decírselo. Fueron hablar con él y le quitaron el tambor. Al día siguiente fui a la comisaría a declarar y me lo devolvieron. Parece que la Divina Enfermera ha querido coger este año por allí para que yo recupere el tambor".
El instrumento en cuestión es exclusivo de la banda y no se comercializa. Sólo hay otros diez u once iguales y dentro de unos años será una pieza de coleccionista. Es de los primeros que llegaron a las Tres Caídas con esas características. Es de madera de arce y cuesta más de 250 euros. Pero sobre todo tiene un incalculable valor sentimental. Álvaro también ha recuperado las baquetas de madera de ébano y casquillos de plata, también de gran mérito: "Estoy muy contento. Es tu tambor. Le coges mucho cariño después de tantos años. Te entiendes con él... Era inconfundible porque es exclusivo nuestro".
El tambor volverá a sonar de nuevo. Tiene algunos desperfectos que hay que arreglar, pero se encuentra en buen estado. Álvaro tiene muy claro cuándo será ese momento tan especial y sentimental: "Si Dios quiere volverá a sonar en la Madrugada del próximo año".
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