Los Seises regresan a la Catedral para celebrar la Inmaculada Concepción
Tradiciones
El inicio de esta tradición ha coincidido este año con la clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular
Los seises bailan ante la Virgen de los Reyes en la misa de clausura del Congreso de Hermandades
La Catedral de Sevilla vuelve a ser un año más escenario de uno de los ritos más emblemáticos de su calendario litúrgico: el tradicional baile de los Seises, una danza sagrada que conecta a la ciudad con sus raíces culturales e históricas. Este acto enmarca en las festividades de la Inmaculada Concepción, cuya solemnidad se celebra el 8 de diciembre.
Desde el año 1985 los Seises pertenecen al Colegio Portaceli, de la Compañía de Jesús. El acompañamiento musical corre a cargo del coro infantil de la catedral, también del mismo centro educativo. Diez niños entre los 9 y 12 años participan en esta danza sagrada.
Este año, el inicio de la Octava de la Inmaculada coincidió con la clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, presidida por monseñor José Ángel Saiz Meneses. La misa solemne, con la Virgen de los Reyes en el Altar del Jubileo, culminó con la primera actuación de los seises. Y hasta el 15 de diciembre, es posible presenciar este acontecimiento cada día a las 17:30 horas en el Altar Mayor de la Catedral.
Los Seises interpretan una coreografía que mantiene el espíritu original con el que fue concebida en el siglo XVII. Este baile, que homenajea al Santísimo Sacramento y a la Inmaculada Concepción, se realiza también durante las festividades del Corpus Christi y el Triduo de Carnaval, con trajes que varían según la ocasión. La tradición actual, tal como se celebra hoy, data de 1613, bajo la influencia de Mateo Vázquez de Leca, arcediano de Carmona y canónigo de la Catedral hispalense.
La danza, que nació en el contexto de la Octava del Corpus, utiliza trajes rojos para esa celebración y celestes y blancos para la Inmaculada, como los que lucen los niños esta semana. En su origen, la agrupación de diez danzantes se consolidó en la Octava del Corpus, aunque los seises como tradición datan de documentos tan antiguos como 1508.
Esta tradición tan arraigada de Sevilla se ha mantenido desde hace siglos como una seña de identidad para solemnizar las fiestas más destacadas. Durante esta semana, la Catedral se convierte en un epicentro del calendario de Adviento. Al terminar la ceremonia en el templo metropolitano, el centro de la ciudad permanece marcado por los destellos navideños, los villancicos, y el bullicio de los transeúntes que disfrutan de belenes, mercadillos y besamanos. Las calles de la ciudad, adornadas y vibrantes, ofrecen un telón de fondo único para esta tradición que une lo sacro y lo popular.
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