El de la Sed y otros casos de regulación de los cortejos

Las hermandades llevan años aplicando normas a sus cortejos, por ejemplo exigiendo una edad mínima para salir de nazareno

El futuro de la Semana Santa de Sevilla, a debate

Nazarenos de la Hermandad del Silencio.
Nazarenos de la Hermandad del Silencio. / Juan Carlos Vázquez

La publicación por parte de la Hermandad de la Sed de un post en el que advertía que el cortejo de la Virgen de Consolación estaba completo, por lo que no se admitirían más solicitudes, ha abierto un interesante debate. La decisión de la Hermandad de Nervión, adoptada por cuestiones de seguridad y organizativas, no es nueva en el mundo de las cofradías. Pero sí que es la primera vez que se comunica de este modo, generando, por tanto, cierta controversia entre las personas que desconocen el funcionamiento de las cofradías, es decir la extensión de la hermandad en la calle. El caso de la Sed, como decimos, no es el primero. Son muchas las hermandades que de una manera u otra limitan sus cortejos.

La Semana Santa actual se encuentra bastante encorsetada por el tiempo y el espacio. Los horarios apenas se pueden estirar más, los cortejos cada vez son más numerosos y los itinerarios poco pueden dar más de sí. Por ello, son muchas las voces que reclaman una regulación de los cortejos. Esta regulación hay que afrontarla actualmente de manera individual, ya que algo generalizado debería recogerse en la normativa que regula a las cofradías: las Normas Diocesanas.

Partiendo de esta base, los hermanos tienen el derecho y la obligación de participar en la estación de penitencia. Así se recoge en las reglas de las hermandades.

Nazarenos de la Hermandad de la Bofetá.
Nazarenos de la Hermandad de la Bofetá. / José Ángel García

La mayoría de las hermandades llevan muchos años autorregulando sus cortejos, aunque no se haya empleado este término hasta ahora. Una manera de regulación es ordenar la cofradía según la antigüedad. Así lo hace la Amargura, por ejemplo. Su cortejo se ordena desde el más reciente que va en el primer tramo (sección lo llama esta hermandad) a los más antiguos, que tienen el privilegio de ir muy cerca del paso de palio. En esta hermandad del Domingo de Ramos el número de cruces también es limitado y se asignan por estricta antigüedad.

Otras hermandades aplican este mismo modelo, pero te permiten elegir entre el cortejo del Señor y el de la Virgen. Son la mayoría. En estos casos, el último tramo de cada paso suele tener un número asignado de cirios que pueden ir enumerados.

En la Hermandad del Gran Poder existen las llamadas parejas nombradas. Se trata de un número de hermanos que por antigüedad se sitúan en los tramos más inmediatos a los pasos y a la cruz de guía. El resto de los tramos van sin nombrar.

Para distribuir convenientemente el número de nazarenos que acompañan a cada paso, la junta de gobierno podrá fijar cada año la antigüedad mínima en la nómina para formar parte del cortejo de nazarenos que acompaña al paso del Señor.

El cortejo del Gran Poder.
El cortejo del Gran Poder. / Juan Carlos Vázquez

Otra manera de autorregulación es la de pedir una antigüedad mínima a los nazarenos. Normalmente, hay que esperar un año para poder salir desde que se juran las reglas.

Una edad mínima para poder salir

Hay varias hermandades que no permiten salir a sus hermanos como nazareno hasta que alcanzan una edad. Es el caso del Silencio que celebró en el año 2023 un cabildo de modificación de reglas. Entre ellas, la modificación afectó de edad mínima exigible para vestir el hábito nazareno en la estación de penitencia, que anteriormente se estipulaba en los 14 años y ahora se eleva hasta los 16. Esta normativa también se aplica, por ejemplo, en el Calvario, que permiten salir a sus jóvenes el año en que cumplan 16 años.

El caso de la Hermandad del Silencio también es significativo, ya que la Archicofradía cuenta con unos importantes filtros que deben pasar los aspirantes a hacerse hermano. Es otra manera de regular el acceso.

Los costaleros y la Centuria Macarena

La centura Romana Macarena.
La centura Romana Macarena. / José Ángel García

Además de los nazarenos, muchas hermandades regulan sus cuadrillas de costaleros. Es el caso, por ejemplo, de la Esperanza de Triana. Desde 2016, la hermandad trianera aplica un reglamento que limita la edad de los costaleros a 50 años y establece que deben retirarse tras alcanzar 25 años bajo las trabajaderas.

Recientemente, la Hermandad de la Macarena aprobó una modificación de sus reglas que afectaba al funcionamiento de la Centuria Romana. Desde la Semana Santa del año pasado los nuevos miembros de los armaos no pueden superar los 20 años de permanencia en las filas ni superar los 55 años de edad. Este cambio perseguía dinamizar la tropa macarena. La Macarena también ha establecido en 25 años la edad máxima para salir como acólito. Esta hermandad está estudiando una reforma de reglas en la que se establecería que los nuevos hermanos deberán esperar dos años para salir de nazareno.

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