Un santo con más de 40 años de devoción en Sevilla

La imagen de San Judas Tadeo, que se venera en el atrio de la Iglesia de San Antonio Abad, se ha salvado del incendio declarado a primera hora de la tarde de este sábado. Un santo con enorme devoción en Sevilla y al que numerosas personas colocan a diario centenares de velas para pedirle trabajo y que interceda como abogado en las causas imposibles.

Una estampa propia de San Antonio Abad. En el atrio de este templo, sede canónica de la Hermandad del Silencio, se venera desde principios de la década de los 80 una imagen de San Judas Tadeo. Multitud de devotos acuden a diario a rezarle y a ofrendarle con su limosna de cera, que compran en las dependencias habilitadas por la corporación para tal fin. Este santo, representado iconográficamente con un hacha, símbolo de su martirio, fue comprado por una devota en Madrid, a raíz de una curación.

Realizado en escayola, el templo de la calle Alfonso XII no era el destino pensado para rendirle culto. Hubo un primer intento en el Convento del Santo Ángel (donde ya se encuentra el muy venerado San Expedito) y luego en el Salvador. Ante estas negativas, su donante encontró hueco en San Antonio Abad gracias a la Hermandad del Silencio, con la que la unían lazos familiares.

Arraigo en San Antonio Abad

Primero estuvo en el interior del templo y luego pasó al atrio, donde los devotos pueden rezarle más horas al día. La fama de atender todas las peticiones que se le hacen se extendió pronto por Sevilla y la provincia, lo que llevó a la hermandad a comprar una estructura para depositar las velas y los ramos de flores que se colocan a diario bajo su hornacina. No hay minuto en el que no se contemple a una persona implorando su intercesión.

Este auge devocional también repercute muy positivamente en las arcas de la corporación de la Madrugada. Se cuentan por varios miles de euros -según fuentes cercanas a la hermandad- los ingresos mensuales que se obtienen con la venta de las velas y el cepillo de San Judas, que en 40 años ha destronado en fama de buen intercesor al San Pacracio de la calle Águilas, el de la rama de peregil.

Una devota incondicional

Entre sus muchos seguidores contaba con una férrea e incondicional devota, Ana Martín, la madre de Isabel Pantoja, quien tenía promesa de acudir todos los viernes del año a rezarle. Incluso el Viernes Santo, horas después de que la archicofradía acabara su estación de penitencia y el templo permaneciera cerrado, no faltaba a su cita. Una vez afirmó que le pedía siempre por su yerno, Paquirri.

Una imagen que, milagrosamente, se ha salvado de las llamas provocadas por el incendio de este sábado. Así lo ha calificado el secretario de la hermandad, Manuel Ángel Calvo, como un auténtico milagro, para el que ha aludido a la intercesión de Jesús Nazareno y María Santísima de la Concepción, titulares de la hermandad.

En vísperas de su festividad

Incidente que agranda la fama de milagroso de un santo traído de Madrid y que ya tiene ADN sevillano. El próximo lunes, 28 de octubre, será su festividad. No se sabe si para entonces ya estará repuesto al culto.

Cuando vuelva a su hornacina, ya restaurado, seguirá intercediendo por los cientos de devotos que acuden a diario a la calle Alfonso XII por trabajo y por las causas imposibles, como la del propio San Judas, que ha sobrevivido al fuego.