San Pablo no contempla salir desde otro templo el Lunes Santo tras las filtraciones de agua sufridas en su parroquia

Las fuertes precipitaciones que han azotado Sevilla de manera ininterrumpida durante las últimas tres semanas han tenido cierto impacto en el ámbito cofrade. La Hermandad de San Pablo comunicó a primera hora del martes la retirada del culto de sus Sagrados Titulares, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora del Rosario Doloroso, debido a las filtraciones de agua que afectaron al interior de su sede canónica, la parroquia de San Ignacio de Loyola, en la tarde del lunes.

Este episodio se enmarca dentro de las severas inclemencias meteorológicas derivadas de las borrascas Kondrad y Laurence, que han dejado acumulaciones históricas de más de 200 litros por metro cuadrado en la ciudad durante la primera quincena de marzo.

El anuncio generó preocupación entre los hermanos y devotos, si bien la corporación ha transmitido en todo momento un mensaje de tranquilidad. Según fuentes de la hermandad consultadas por este medio, "las imágenes fueron retiradas del culto a tiempo" y en ningún momento han sufrido daños a causa de las filtraciones.

Actualmente, los titulares se encuentran debidamente custodiados en las dependencias de la hermandad hasta que la situación meteorológica mejore y se pueda evaluar con precisión la magnitud del problema para garantizar su adecuada conservación.

Desde la Junta de Gobierno, presidida por José Antonio Gómez, han manifestado su firme compromiso con la preservación del patrimonio devocional y artístico de la hermandad, subrayando que "la misión ha sido y será siempre la preservación y el cuidado de nuestro patrimonio, siendo nuestros Sagrados Titulares su elemento más importante".

La zona más afectada por las precipitaciones ha sido el Sagrario del templo. En este sentido, tras una primera valoración de los desperfectos, la hermandad ha descartado esta ubicación para sus imágenes al no reunir las condiciones óptimas de conservación. Con vistas a la inminente celebración del besamanos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, previsto para los días 22 y 23 de marzo, la corporación mantiene su intención de desarrollarlo en el Altar Mayor, salvo que las condiciones meteorológicas provoquen un nuevo agravamiento de las filtraciones.

Sin cambios en la salida del Lunes Santo

En cuanto a la próxima estación de penitencia, la hermandad ha confirmado que la salida desde la parroquia de San Ignacio de Loyola a la Catedral el Lunes Santo no está en riesgo. La posibilidad de partir desde otro templo no ha sido contemplada por la corporación, a la espera de que las precipitaciones cesen y se pueda proceder a la reparación de la techumbre.

Además, en los próximos días está prevista la mudá de los pasos procesionales al interior del templo, con el objetivo de ultimar su preparación para la Semana Santa. La corporación dispone de tres semanas y media para completar las labores de adecuación antes del Lunes Santo.

Cabe destacar que la parroquia de San Ignacio de Loyola ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos para la reparación del techo y las cubiertas del templo. Bajo el lema "¡Tu parroquia te necesita ahora más que nunca!", la comunidad parroquial, con el apoyo de la hermandad, busca financiar las intervenciones necesarias a través de donaciones voluntarias enviando para ello un Bizum al 06794, con la esperanza de que "con cada aportación, por pequeña que sea, se logre un gran objetivo".

Desde la hermandad subrayan que las filtraciones han sido un problema recurrente en el templo en años anteriores, pero que en esta ocasión la situación se ha visto agravada por la persistencia de las lluvias y las fuertes rachas de viento. No es la primera vez que la corporación se enfrenta a un episodio de esta naturaleza, ya que en 2010 la hermandad se vio obligada a suspender temporalmente sus cultos y actos cuaresmales debido a las filtraciones, grietas y humedades en la parroquia de San Ignacio de Loyola.