San José Obrero será retirado del culto para una intervención de conservación
Fernando Aguado será el encargado de acometer estos trabajos en su taller
La imagen es objeto periódico de supervisiones conservativas
El Sol ensaya en Sagasta y Jovellanos con el paso de palio
Unos trabajos puntuales en clave de revisión para una talla más que sobresaliente. San José Obrero será retirado del culto este mismo lunes. La imagen que preside la parroquia homónima, y titular de la cofradía a la que da nombre, será objeto de una intervención de conservación preventiva, en el marco de las actuaciones que desarrolla la corporación para mantener óptimamente esta devoción.
Se trata, por tanto, de una intervención de carácter periódico y puntual, puesto que la imagen al menos dos veces al año es estudiada y, si fuera necesario, sometida a un proceso leve y testimonial de conservación. Esta vez las tareas se desarrollarán en el taller de Fernando Aguado, toda vez recibida la oportuna autorización eclesiástica, puesto que en otras ocasiones las intervenciones se han practicado en el mismo templo de la calle Arroyo. En concreto, la idea es que la imagen -en función del volumen de trabajo de Aguado- permanezca en el taller entre unos tres y siete días, según informan fuentes de la corporación, que insisten en la idea de resaltar que son labores de conservación y mantenimiento que necesita esta portentosa joya.
San José Obrereo (finales siglo XVI, hacia 1590), procedente de la localidad cacereña de Hervás, en el Valle del Ambroz. Se consiguió por iniciativa del canónigo don Eugenio Hernández Bastos. Allí, en Hervás, la talla de San José había estado ubicada en la sacristía de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de la Concepción, antiguo convento de los Padres Trinitarios que pasara a manos del consistorio local con la Desamortización de Mendizábal y que fuera recuperado después como templo cristiano. Antes lo estuvo en una capilla que existía en la actual Escuela Dominical. Hervás, pueblo de arraigada tradición carpintera, ya realizaba el diecinueve de marzo procesión por sus calles con la imagen de San José. No obstante, los indicios apuntan a que el origen primigenio de la imagen de San José no se halla en tierra hervasense.
La imagen tiene bastante interés y quizá se relacione con el círculo escultórico toledano. En actitud itinerante, empuña una vara de azucenas en la mano izquierda; en la otra mano llevaría al Niño Jesús, pero hoy muestra una sierra de carpintero, emblema de su actividad laboral.
También te puede interesar
Lo último