La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Tarde inolvidable para la Sevilla cofrade, en especial para los hermanos y vecinos de San José Obrero. El Divino Carpintero ya preside el Altar de Jubileo de la Catedral de Sevilla, una estampa inédita en las cofradías sevillanas. Por primera vez, esta corporación alcanza en sentido "procesional" la seo hispalense a través de su imagen titular, que presidirá este sábado el Pregón de las Glorias.
Ni el calor de las primeras horas de la tarde ni la distancia aplacaron la ilusión y la valentía de esta joven cofradía que ha demostrado compostura, arrojo y elegancia en su discurrir por el centro de la ciudad. En torno a las cinco de la tarde salía, desde la Parroquia de San José Obrero, la imagen del Patriarca, que alcanzó las naves catedralicias seis horas después del inicio de su procesión, pasadas las once de la noche de este viernes.
La imagen de San José Obrero, que cada mes de mayo recorre las calles de su barrio, fue llevada desde su templo hasta el templo principal de la Archidiócesis en una procesión que fue ganando poco a poco en público, sobre todo a última hora, con su llegada al centro de la ciudad y las agradables temperaturas de este segundo viernes de mayo. Siempre acompañado de sus hermanos y sus fieles, la imagen visitó el Santuario de Los Gitanos, considerada zona fronteriza para la corporación y con cuya hermandad mantienen extraordinarias relaciones fraternales. Pero la ocasión lo merecía y requería: una vez alcanzada la calle Sol, la comitiva continuó por la iglesia de los Terceros hasta llegar a San Leandro, la Alfalfa y el entorno de San Nicolás, en un acertadísimo y recogido itinerario que permitió a los cofrades disfrutar ampliamente de esta señera talla de nuestra ciudad.
Durante el recorrido se rezaron, acompañadas del coro de la corporación, las virtudes de San José, que reflejan algunos de los momentos de la vida del santo. En todo momento acompañó musicalmente la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de los Gitanos, que interpretó un repertorio clásico y solemne acorde a la procesión. El momento Alma de Dios en la Pila del Pato, a las órdenes de Antonio Santiago, fue especialmente reseñable.
Otro de los instantes más sobresalientes fue el transcurrir por la calle Fabiola, lugar por el que apenas pasan cofradías dadas las dimensiones de este enclave: se atrevió San José Obrero y nos dejó una estampa cargada de sabor y excepcionalidad, de recogimiento y belleza. Esta misma mañana, antes del mediodía, los hermanos realizarán una ofrenda de azucenas a la imagen del Patriarca, y a las nueve de la noche Mario Daza pregonará las Glorias en Sevilla. Será el domingo, sobre las cinco de la tarde, cuando la comitiva regrese al barrio de San José Obrero, que en la tarde de este viernes, por el momento, ya ha hecho historia.
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