Saiz Meneses clausura la visita pastoral en el Arciprestazgo de Cazalla de la Sierra

El arzobispo de Sevilla, don José Ángel Saiz Meneses, predicó este pasado sábado la misa de clausura de la visita pastoral en el Arciprestazgo de Cazalla de la Sierra, una actividad que tiene como objetivo que comunidades parroquiales, grupos de adultos, acólitos, voluntarios y vecinos participen en actos formativos como encuentros, charlas, misas o catequesis. Estas visitas se llevan desarrollando desde primeros de año en diferentes puntos de la diócesis hispalense, una de las más extensas de todo el país. En concreto, la visita pastoral a Cazalla se produjo entre los días 7 y 13 de octubre, con el obispo auxiliar don Ramón Valdivia al frente. Durante su estancia en la localidad, Valdivia mantuvo un encuentro con todos los catecúmenos y con sus familias desde la etapa del despertar hasta segundo curso de comunión, con miembros de pastoral de la salud, con los jóvenes de Confirmación y con sus familias, con el equipo de catequistas y con Cáritas Parroquial. Departió también con las hermandades y cofradías del pueblo.

Este pasado 14 de diciembre la parroquia de Consolación, cuya actividad comunitaria se está revitalizando de manera exponencial con el párroco don Francisco Gordón al frente, fue el turno del arzobispo, que en su homilía hizo un llamamiento a la comunión, señalando que es "importante mantener la unidad, ser fermento de unidad cada uno en su comunidad parroquial”. Además, destacó que "la actitud de servicio y la humildad debe vertebrar nuestra vida cristiana (…) Todos somos importantes ante Dios, a cualquier edad, en cualquier momento de nuestras vidas”. Concluyó la homilía aludiendo a San Juan de la Cruz: “En el camino de la vida, siguiendo al Señor, encontramos las flores y las fieras. A la hora del crecimiento espiritual, siempre en camino, de la mano del Señor”.

Ya el pasado mes de agosto, el arzobispo visitó el casino de esta localidad junto a Carlos Navarro Antolín, subdirector de Diario de Sevilla, enclave en el que mantuvieron una tertulia sobre temas de realidad eclesial y social. En aquella ocasión, Meneses tuvo palabras para sus sacerdotes, particularmente los que ejercen su ministerio en el ámbito rural: "A los curas jóvenes que están en pueblos les digo que disfruten, porque lo más bonito es ser cura de pueblo. En un pueblo -añadió- al final al sacerdote lo conoce todo el mundo y él conoce a todo el mundo, y él siente esa responsabilidad o paternidad sobre todo el pueblo. Esto es posible en un pueblo, no es una ciudad grande. Es una experiencia muy bonita, y yo disfruté mucho, aunque fue breve".