El público toma la calle ávido de disfrutar de las cofradías

Desde hace varios años, el Sábado Santo se ha convertido en el día de las familias. Una jornada con una gran cantidad de personas en las calles. Un día tranquilo. De rostros cansados. De sentimientos plenos. Sin público maleducado. De cofradías con cortejos medidos y lleno de detalles. Se temía por la salida de las cinco cofradías tras el nefasto Viernes Santo, deshecho por la lluvia de principio a fin. Pero no ha sucedido lo mismo. El cielo amaneció gris y con nubes, con cierto riesgo de que se produjeran precipitaciones. El temor quedó disipado cuando se fueron sucediendo los parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que ha tenido mucho trabajo en la segunda mitad de la Semana Santa. Con un porcentaje del 20% de que se produjeran lluvias débiles, la Hermandad del Sol se echó a la calle para realizar su salida a la hora prevista. La cofradía del barrio del Plantinar, compleja en su concepción, ha celebrado su décima estación de penitencia a la Catedral con un escaso número de nazarenos.

La tarde se ha ido animando con el paso de las horas. Muchas de las personas que contemplaban las cofradías ha llegado de ciudades próximas a Sevilla, como Jerez de la Frontera, donde no salen procesiones el Sábado Santo. A la hora fijada se han abierto las puertas de la Basílica de María Auxiliadora para la salida de la Hermandad de la Trinidad, una hermandad que reúne a los más jartibles durante la madrugada para apurar hasta la entrada de la cofradía. Se cumplían 25 años de la incorporación a la Semana Santa, en su nueva etapa, del paso del Sagrado Decreto. Bellísima como siempre fue la Esperanza Trinitaria, una Dolorosa que puede presumir siempre de ser de las mejores vestidas y que el año próximo cumplirá dos siglos. Muchos sueñan todavía cuando la ven con aquella Esperanza Blanca que perdió parte de su personalidad cuando los bordados se pasaron a terciopelo verde.

El Sábado Santo trae el clasicismo desde San Marcos. Pese a contar su historia por décadas, la cofradía Servita ha sabido forjarse un estilo propio e inconfundible. Para ello no sólo es importante el diseño de sus pasos o enseres, sino también la manera de realizar la estación de penitencia o la música, exquisita en ambos pasos. Desde San Gregorio ha salido el Santo Entierro, procesión que resume y aglutina toda la Semana Santa. Y la Soledad. Simplemente así. Sin apellidos. El Sábado Santo se cierra con la que es, probablemente, la Dolorosa más antigua de cuantas salen en Semana Santa. Lirios y sobre de caridad. Esencia de barrio. Señora llegada desde San Lorenzo.