El Rocío de Triana suspende su convivencia en la Aldea en solidaridad con las víctimas de la DANA
La corporación realizará igualmente su peregrinación anual al Santuario
No habrá encuentro entre hermanos en la casa hermandad
Una circunstancia extrema y dolorosa que alcanza la esfera de nuestras hermandades y sus actividades. El Rocío de Triana ha anunciado que este viernes 1 de noviembre no se realizará la tradicional convivencia que acoge su casa de hermandad en la Aldea almonteña. Todo ello "en señal de condolencia con las familias de los fallecidos y desaparecidos en las inundaciones acaecidas y uniéndonos al luto oficial decretado por el Gobierno de España".
Como cada Festividad de Todos los Santos, esta filial rociera celebra su anual peregrinación al Santuario del Rocío, culto que se va a mantener "con el respeto y solemnidad de siempre, celebrándose (D.m.), tal como estaba previsto e indican nuestras Reglas, Santa Misa y Salve cantada a las plantas de Nuestra Señora del Rocío a las 11:00 horas", señala el comunicado.
"A la llegada de nuestro Simpecado a la capilla de la Casa de Hermandad se rezará el Santo Rosario en el que nos uniremos en oración por las almas de los fallecidos, por el consuelo de sus familias y por la pronta recuperación de las zonas afectadas, implorando a la Santísima Virgen del Rocío su protección y bendición con una Salve de despedida", finaliza. Así, una vez finalicen estas preces, quedará suspendida la convivencia, aprovechando la hermandad para agradecer a sus hermanos "su comprensión y colaboración".
La junta de gobierno que preside Ignacio Sabater ha tomado esta compleja decisión a escasas veinticuatro horas de partir al Rocío para preparar este acto, uno de los señalados en el calendario de los devotos trianeros. Los hermanos marchan a las plantas de la Blanca Paloma siempre con el antiguo Simpecado, que aún conserva en su zona central, una pintura original al óleo sobre cobre de 1854, que representa a la Santísima Virgen del Rocío, siendo la mayoría de los bordados confeccionada en dos etapas distintas del insigne bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, la primera de 1.889, cuando el Simpecado pasa de ser de color blanco de raso a terciopelo verde y una segunda, cuando se le introduce alrededor del tondo central, unas mallas en hilos metálicos dorados con seda de color verde entrelazados en 1.919.
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