La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
El Rey Felipe VI ha mostrado su solidaridad con el gremio de artesanos que trabaja para la Semana Santa. Sí lo ha transmitido la Casa del Rey en una carta enviada al presidente de la Asociación Gremial de Arte Sacro, Francisco Carrera, el pasado 5 de agosto.
El presidente había remitido previamente una misiva a su majestad, sensible y atento siempre con los asuntos relacionados con las hermandades sevillanas, informándole de la terrible situación por la que atraviesan debido a la crisis provocada por el coronavirus. La suspensión de la pasada Semana Santa y la decisión del Consejo de Cofradías de devolver el dinero de los abonos de la carrera oficial, ha dejado a la mayoría de las hermandades sin su principal fuente de ingresos, por lo que se han paralizado la mayoría de los encargos de nuevos enseres o tareas de restauración y conservación.
La Casa Real en su carta, firmada por la jefa adjunta de la secretaría de Despacho, se muestra preocupada: "Su Majestad, que lamenta profundamente la situación que describe, me encara que, en su nombre, le envíe un cordial saludo, que desea hacer extensible a todos los miembros que forman esa asociación".
Siguiendo las indicaciones de Felipe VI, el escrito ha sido remitido a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía para que lo tome en consideración.
A principios del pasado mes de junio, los artesanos que trabajan para la Semana Santa ya lanzaron una llamada de atención para sobrevivir a la crisis económica que se avecina. En un comunicado, su presidente, el bordador Francisco Carrera Iglesias, reclamaba "sensibilidad" a las hermandades y a las administraciones para que ayuden al sector y puedan seguir creando arte para engrandecer a las hermandades, a la ciudad y, al mismo tiempo, seguir creando riqueza y empleo.
Los artistas ya sufrieron los duros avatares de la anterior crisis económica, cuando los encargos se redujeron al mínimo y muchos talleres artesanales se vieron obligados a cerrar o a prescindir, en el mejor de los casos, de un buen número de trabajadores. La Asociación Gremial de Arte Sacro surgió, precesiamente, a raíz de esa crisis para defender los intereses de un sector único y autóctono, con más de cinco siglos de actividad, y promocionar sus creaciones y darse a conocer.
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