Restaurado el 'Cachorro' del cementerio, ubicado en el panteón de Aníbal González
La intervención ha sido practicada por Miguel Ángel Domínguez
La imagen presentaba un muy mal estado de conservación
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Una obra desconocida y singular que recupera su esplendor primigenio. El imaginero Miguel Ángel Domínguez Caballero, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, ha desarrollado durante estos últimos meses un profundo proceso de restauración sobre la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, el Cachorro, presente en el panteón de Aníbal González, en el cementerio de San Fernando de Sevilla. Esta obra, réplica del crucificado trianero, fue realizada por Eduardo Muñoz, ornamentista, y encargada por este insigne arquitecto. Para tal fin, la corporación concedió incluso permiso para realizar una copia a la mascarilla original de Ruiz Gijón.
De esta intervención se informa pormenorizadamente en la web La Hornacina, portal dedicado desde hace casi veinte años a la divulgación artística y a la conservación patrimonial del acervo sacro de la ciudad y de toda Andalucía. Según señala dicha página, la imagen se encontraba en un estado de conservación lamentable, debido a las afecciones de la climatología, el tiempo y las filtraciones de agua en el panteón. En un primer lugar se consolidó el soporte de la obra, debido a que la imagen presentaba además úlceras en la superficie "provocadas por los elementos metálicos, tales como clavos y puntillas que han oxidado y corroído la materia lígnea. Dichos elementos se han sustraído y han sido sustituidos por espigas de madera. Este hecho se debe, principalmente, a las colas de hueso que se utilizaban en la época en la que se ejecutó la imagen y que reforzaban las uniones de las maderas con el uso de clavos y puntillas, sin tener en cuenta las consecuencias futuras", subraya el informe.
Por otra parte, no se encontraron ataques de xilófagos; no obstante, Domínguez ha aplicado un preventivo para futuras afecciones en la materia. Una vez ajustados todos los ensambles -que curiosamente no se realizaron primitivamente y que tienen la función de amortiguar la dilatación y contracción de la madera- se conoce que ha sido imposible conservar nada de la policromía original, "ya que la única que existía era imposible de recuperar. Por otra parte, el aparejo estaba calcinado con lo que se ha procedido a realizar una nueva, teniendo que llegar a la madera y aplicarle un nuevo aparejo", finaliza el documento.
La restauración ha durado un total de once meses y ya se encuentra de nuevo en el panteón familiar. Este particular "Cachorro" recibe cada día las oraciones de numerosos sevillanos y visitantes, siempre a través de la celosía que guarda los restos de Aníbal González y sus descendientes.
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