Restauración de Jesús del Perdón de Sevilla: un Nazareno con todos los rasgos de Mesa
Patrimonio
El domingo será repuesto al culto en el convento de Santa María de Jesús, en una misa presidida por el nuevo arzobispo
Una valiosísma imagen que vuelve al lugar donde recibe culto para cerrar una exposición histórica. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), adscrito a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ha concluido la intervención sobre Jesús del Perdón, una talla de Cristo con la cruz a cuesta que se venera en el monasterio de Santa María de Jesús, que celebra los 500 años de su fundación.
El interés sobre este icono religioso comenzó en la segunda mitad del siglo XX, ya que hasta 1960 había recibido culto en la clausura del convento. Fue a partir de ese año cuando se colocó en un lateral del presbiterio de la iglesia de este cenobio, donde sí pueden acceder los fieles.
Se trata de una interesantísima escultura de madera tallada y policromada atribuida por los expertos a Juan de Mesa Velasco. El historiador del Arte Antonio Rodríguez Babío enmarca su ejecución entre los años 1617 y 1620, mientras que el profesor Hernández Díaz lo atribuyó al escultor cordobés por su similitud en el modelado de la cabeza, manos y pies con otras imágenes documentadas, como el Cristo de la Conversión, de la Hermandad de Montserrat, y el Gran Poder.
Las trazas mesinas
Otros rasgos que lo sitúan en la línea de Mesa son el labrado del cabello en amplias mechas, un bucle que deja al descubierto la oreja izquierda y la perfecta ejecución de las manos, aspectos tenidos en cuenta por la historiadora Gloria Centeno en su monografía sobre este monasterio. Por su parte, el profesor José Roda Peña también destaca “la similitud de las manos, los pies y la voluminosa corona de espinas, labrada en el mismo bloque que la cabeza, con los que presenta el Gran Poder”. “Las facciones son, además, muy parecidas a las del San José de Fuentes de Andalucía, obra también de Mesa”, refiere este experto sevillano.
La talla muestra una gran expresión dramática, propia de un barroco ya avanzado. La corona de espinas está tallada en el bloque craneal y los dedos de las manos son largos y robustos. A pesar de que la imagen es una obra destinada para estar expuesta en una hornacina donde la parte posterior no se contempla, la talla describe de forma precisa todo el volumen posterior, tanto de la túnica como del cabello y todo el perímetro de la corona. La única excepción aquí es la parte central en la que se apoya la cruz, zona en la que la terminación resulta más rudimentaria.
La imagen se depositó en el IAPH en julio de 2020 para su estudio y redacción del proyecto de conservación previo a su intervención, al estar incluida en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español. Su estado de conservación era precario, con piezas separadas, grietas, pérdida de policromía y un repinte generalizado. Los estudios previos determinaron que la policromía no es la original de la obra, tanto en las carnaduras como en la túnica, cabello, corona y cruz.
Diversas intervenciones
También se concluye que la imagen ha sufrido varias intervenciones desde que fue creada. Se han apreciado añadidos de madera en la corona para reponer fragmentos perdidos, unión del pie izquierdo por el empeine con clavos de nueva manufactura, colocación de cuñas de madera en la base de la escultura para calzarla mejor, la reposición de parte del patibulum y stipes de la cruz y un repinte generalizado en toda la talla.
Los tratamientos aplicados han tenido como objetivo la conservación material de la obra y la recuperación de su lectura integral. En el soporte se han consolidado las fisuras y ensambles y se han eliminado los fragmentos de madera no originales, como los de la corona. Con respecto a la policromía, se ha devuelto la consistencia y adhesión entre ésta y el soporte.
Con tal fin, se ha procedido a la limpieza de depósitos de polvo y humos y se ha eliminado el repinte generalizado que ocultaba alteraciones en la obra. La reintegración cromática se ha llevado a cabo en las zonas estucadas con el objetivo de conseguir una lectura formal y percepción estética armónica y equilibrada.
Un trabajo de 11 meses
Otro de los aspectos destacados de la intervención, que ha supuesto un momento idóneo para el estudio y conocimiento de la obra, ha sido constatar la similitud de la ejecución de esta imagen con la técnica de la producción de Juan de Mesa. El plazo para el desarrollo de los estudios y los tratamientos de restauración ha sido de 11 meses. El presupuesto de la intervención ha ascendido a 11.652,29 euros.
La reposición al culto de Jesús del Perdón tendrá lugar el próximo domingo en la iglesia del monasterio de Santa María de Jesús, donde a las 12:00 se celebrará una eucaristía presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses. Esta misa servirá de clausura de la exposición sobre los 500 años del convento de la calle Águilas. En su transcurso se bendecirán unas nuevas potencias para el Nazareno, obra realizada por Ramón León en plata sobredorada y dispuestas sobre una diadema, algo habitual en siglos pasados.
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