Las representaciones iconográficas de la Virgen del Rocío en la Semana Santa de Sevilla
La Patrona de Almonte está representada de manera iconográfica en varios pasos de nuestra ciudad
Además, comparte advocación con la titular dolorosa del Beso de Judas
Turina, un gobernador mexicano y la marcha Rocío
Son variados y múltiples los factores que confluyen en la devoción que la ciudad de Sevilla le profesa a la patrona de Almonte. Su cercanía geográfica, su dependencia administrativa hasta hace no demasiado tiempo, la puerta de la marisma en el entorno de Aznalcázar o La Puebla del Río, la antigüedad de Pilas y Villamanrique, los más de doscientos años que Triana lleva haciendo el camino de manera incondicional... Y, huelga decirlo, la fe común y compartida entre todos los romeros.
Tan arraigada está la devoción rociera en Sevilla que la Blanca Paloma aparece representada en varios de nuestros pasos procesionales, como muestra de fraternidad y estrechísimos lazos fraternos entre las dos provincias. Podríamos comenzar indicando, por ejemplo, que en los programas de mano e informaciones cofradieras aparecía, desde su fundación allá por los cincuenta, la hermandad antaño denominada El Rocío, hoy Redención o Beso de Judas. La corporación ha celebrado, recientemente, el triduo en honor a la dolorosa, como siempre en fechas cercanas a Pentecostés.
Además, en su paso de palio, aparecen varias referencias a la Virgen del Rocío, entre ellas, la propia paloma del Espíritu Santo, en la gloria del palio, o de manera mucho más concreta, en uno de los respiraderos, está labrada la aparición de la patrona almonteña al pastor Gregorio Medina en el tronco de un acebuche.
En otras corporaciones penitenciales de nuestra Semana Santa también está representada la Virgen del Rocío. Por ejemplo, no es necesario apartarse del Lunes Santo. En los basamentos de los varales de la Virgen de las Aguas están representadas hasta dieciséis patronas españolas (Guadalupe, Begoña, Desamparados, Fuencisla o la Paloma), y una de ellas, como es natural, es la de Almonte.
Este tipo de representaciones de orfebrería también se repiten en otros pasos de palio. Por ejemplo, en los respiraderos de la Trinidad o las Angustias de los Gitanos también está presente la Virgen del Rocío. Esta última corporación participó en la Magna Exposición Jubilar Rocío cediendo dicho respiradero, labrado en 2009 por Orfebrería Andaluza. Como apunte histórico se puede señalar que para la realización de estos respiraderos se emplearon 125 Kilos de Plata de ley y fue donación de la Señora Duquesa de Alba, camarera de la Santísima Virgen de las Angustias
En esta relación de hermandades no podemos obviar a la de San Esteban. En el techo de palio de su dolorosa titular, Madre de los Desamparados, aparecía representada la Virgen del Rocío. Y empleamos el pasado porque aquel icónico medallón formaba parte del antiguo paso de palio de Carrasquilla (hoy en Marchena), si bien volvió a procesionar entre los años 2008 y 2014 tras la restauración del techo de palio. ESta pieza fue realizada en 1949 por Sebastián Santos y con orfebrería de Manuel Seco Velasco.
Por último, y no menos desdeñable o representativa, encontramos una de las iconografías más conocidas de la Blanca Paloma en la Semana Santa sevillana: la que preside la entrecalle del palio de la Virgen del Patrocinio. Fue realizada por Jorge Ferrer Caro en 1943, en plata de ley repujada, plata grabada y buril sobredorada y marfil tallado (este último material para las manos y cara de Niño y Virgen).
Como curiosidad, ante esta imagen de orfebrería, que fue donada por la Hermandad del Rocío de Triana cuando su sede aún era San Jacinto, oró Juan Pablo II para posteriormente revestirse y presidir la ceremonia de beatificación de santa Ángela de la Cruz. Uno de los máximos exponentes de la devoción rociera en nuestra ciudad, que traspasa la frontera de los tiempos y sigue presente en nuestro día a día.
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