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San Bartolomé: Donde la judería aún sueña

La Priostía

Fachada principal de la iglesia de San Bartolomé / Juan Carlos Vázquez

Hay lugares que parecen estar hechos para sorprender al caminante. Hay calles que estuvieron llenas de vida y enmudecieron para despertar en Cuaresma (este año quizás menos). Callejones en los que las charlas de vecinas en la puerta han callado y donde solo se oyen las ruedas de las maletas de los turistas (ahora tampoco).

El barrio de San Bartolomé fue el último reducto de la judería sevillana. Las calles Levíes o Alegría (ahora Virgen de la Alegría) son muestra de ello. El poder mercantil de esta zona hizo que se establecieran a su alrededor casas solariegas como los Mañara, los Neve o los Armenta. Un barrio nacido alrededor de los comercios y negocios que hicieron de Sevilla el centro económico del mundo.

La parroquia de San Bartolomé es relativamente reciente comparada con las construcciones religiosas del resto del centro histórico. Ocupa parte del terreno de una de las últimas sinagogas que se destruyeron en la ciudad. El hecho de que se dedicara al santo protector de curtidores puede ser que tuviera relación con el oficio de muchos de los vecinos de la collación. No en vano hay dos plazas cercanas: Zurradores y Curtidores que aún mantienen el nombre de los trabajos relacionados con la piel que se realizaban en esos lugares.

El primitivo templo de San Bartolomé debió estar donde hoy se encuentra el convento de las Salesas en la Plaza de las Mercedarias, que entonces llamaban San Bartolomé El Viejo. Se sabe que coincidió en el tiempo con la sinagoga según recoge una concordia de fecha 15 de septiembre de 1410, entre el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y los Beneficiados de la Iglesia Parroquial de San Bartolomé y cuyo original se encuentra en los Archivos Catedralicios.

Tras la expulsión de los judíos, la parroquia pasa a ocupar la sinagoga, que queda adaptada al culto en 1490. En 1779 se derriba y se construye un nuevo templo que se termina en 1786 aunque no se consagra hasta 1806.

La torre de San Bartolomé / Juan Carlos Vázquez

En las años 90 del pasado siglo tuvo un proyecto de restauración que, aunque incompleto, permitió volver a abrir el templo en el año 2000. En el año 2017 se restauró la torre, que recuperó su cromatismo.

En septiembre de 2020 la Comisión Provincial de Patrimonio informó favorablemente la restauración de la fachada de la iglesia de San Bartolomé de Sevilla. El proceso tiene cuatro fases, durante las cuales se acometarán las obras del lado del Evangelio al noroeste, el lado de la Epístola al sureste, el lado de la calle Virgen de la Alegría o suroeste, y, finalmente, los cuerpos superiores.

Dos placas recuerdan el lugar donde se bautizaron Miguel de Mañara y San Manuel González / Juan Carlos Vázquez

Una historia que no ha permanecido ajena a la religiosidad sevillana. En este templo donde fueron bautizados Miguel de Mañara y uno de los últimos santos sevillanos, san Manuel González, y a cuya Hermandad de las Ánimas perteneció Bartolomé Esteban Murillo, han vivido varias hermandades. Actualmente reside la hermandad de gloria de la Virgen de la Alegría.

Durante el siglo XX tres hermandades de penitencia han pasado por sus naves y altares y una nació tras una reunión en su sacristía. Santa Marta, Las Aguas y Jesús Despojado tuvieron su sede canónica en San Bartolomé. San Esteban se fundó el día 9 de mayo de 1926 cuando así lo acordaron las 32 personas que se reunieron en la sacristía de la parroquia de San Bartolomé bajo la dirección del también hermano de San Esteban y entonces coadjutor Rafael Galán Escalante.

Hermandad de Santa Marta

La hermandad de Santa Marta ocupó a mediados del siglo pasado la capilla de la cabecera de la nave de la epístola. Fue fundada en 1948 como hermandad de gloria por personas del gremio de la hostelería y poco después deciden transformarla en cofradía de penitencia, buscando un pasaje de la Pasión donde encajara la presencia de Santa Marta, escogiendo el Traslado al Sepulcro. Cuatro años después, en 1952 se traslada a la parroquia de San Andrés para realizar desde allí su primera estación de penitencia.

Primera Función de la Hermandad de Santa Marta / Archivo parroquial de San Bartolomé

Hermandad de Las Aguas

Sólo tres años estuvo San Bartolomé sin tener una hermandad de penitencia. En diciembre de 1955 el Cristo de las Aguas y la Virgen del Mayor Dolor llegan a la parroquia en solemne Via Crucis. Estuvieron 22 años en el barrio. La hermandad vivió entonces un momento de esplendor donde destaca la incorporación de la Virgen de Guadalupe en 1966, un año después de que la tallara Luis Álvarez Duarte.

Una de las primeras salidas de la Virgen de Guadalupe por la calle Levíes / Archivo parroquial de San Bartolomé

La hermandad parecía haber encontrado su sitio después de haber tenido varias sedes a lo largo de su historia, pero en los años setenta del siglo XX la hermandad del Rosario de la calle Dos de Mayo está a punto de desaparecer. Los hermanos de Las Aguas buscan cierta independencia y empiezan los contactos entre ambas corporaciones que terminan con el traslado de la corporación a la capilla del Rosario de la calle Dos de Mayo. San Bartolomé, que acogía a dos hermandades de penitencia desde 1971 se queda sólo con la de Jesús Despojado de sus Vestiduras.

Hermandad de Jesús Despojado

La corporación del Domingo de Ramos permaneció en la judería hasta 1982 desde su reorganización en 1971. Su primera salida por el entramado de calles del barrio fue el Sábado Santo de 1975 con un solo paso. En él estaba Jesús Despojado de sus Vestiduras acompañado por los primitivos sayones más un centurión realizado por Luis Álvarez Duarte, un romano de Emilio Pizarro y el sayón negro de Castillo Lastrucci que era de la hermandad de la Esperanza de Triana. Sin embargo, la lluvia impediría su estación de penitencia hasta el año 1977. Una vez superada la fase "ad experimentum" en la que se encontraba la hermandad desde 1971, se incorpora a la nómina del Domingo de Ramos.

San Bartolomé vuelve a vivir la incorporación de un nuevo paso de palio a una de sus hermandades. Esta vez es la Virgen de los Dolores en el año 1979. En esta misma fecha se elige se elige la primera Junta de Gobierno (hasta ahora era una Comisión Gestora) y el paso de Cristo sale por vez primera con una cuadrilla de hermanos costaleros. En 1982 la Hermandad sale por última vez de San Bartolomé y entra en su actual capilla de los Dolores de la plaza de Molviedro.

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