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Reeditan 'Sevilla: Teoría y realidad' de Núñez de Herrera, un imprescindible de la literatura cofradiera

La obra cuenta con fotografías de Bajuelo y Salazar y textos de periodistas cofradieros

Fue el único volumen publicado por este autor pacense

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Portada del nuevo libro editado por Sevilla Press

Un clásico cada vez más en alza y que forma parte de todas las bibliotecas de los cofrades. Teoría y realidad de la Semana Santa de Sevilla, del periodista y poeta Antonio Núñez de Herrera, nacido en Campanario (Badajoz), ha sido publicado por primera vez en una colección de libros de Semana Santa en una edición que cuenta con la Esperanza de Triana como imagen de portada e imágenes de los prestigiosos fotógrafos Ángel Bajuelo Fernando Salazar, así como textos de reconocidos periodistas de la Semana Santa de Sevilla.

El libro acaba de ser lanzado al mercado por Sevilla Press Ediciones con las firmas de Marga Rosa y Fernando Morales Núñez, nietos del autor, y Amalia Sánchez, hija del escritor; José Luis Ortiz de Lanzagorta, que recuperó del olvido esta obra, y de los periodistas y escritores Paco Robles, Guillermo Sánchez, Pepe Arenzana, Javier Rubio, Reyes Aguilar, Javier Macías, Paco Correal, Pablo Borrallo, Arancha Ruiz, Antonio Escudero y Juan Parejo. 

Se trata del séptimo libro de la colección de Religión y Semana Santa de Sevilla de la editorial que comenzó con Cómo llora Sevilla…, del Padre Cué, y siguió con Gran Poder de Sevilla: Crónica de la Santa Misión, de varios periodistas sevillanos, Mi Cristo Roto, también del Padre Cué, Cómo sigue llorando Sevilla…, de Francisco Correal y Como sonríe Sevilla…, del padre Cué.

Portada del libro que recupera la obra de Núñez de Herrera

Teoría y Realidad de la Semana Santa de Sevilla es la única obra que nos dejó el poeta y periodista Antonio Núñez de Herrera, que bautizó y fue uno de los miembros de la famosa generación de poetas del 27, cuya foto institucional se tomó en el Ateneo de Sevilla y de la que próximamente, en 2027, se celebrará su primer centenario. El prematuro fallecimiento de Núñez Herrera en Monte Gordo (Portugal) en el año 1935, cuando tan solo contaba con 35 años, lo convirtió en uno de los poetas menos conocidos de esa brillante generación. Sus restos mortales permanecen en el municipio portugués de Vila Real de San Antonio, donde fue enterrado. El libro, publicado por la revista Mediodía, lo escribe en el año 1934, tan solo un año antes de su fallecimiento, y recoge la Semana Santa sevillana de la II República poco antes de la guerra civil española y desde un punto de vista republicano, de ahí su interés.

Tras la Guerra Civil, está obra queda en el olvido hasta que en los inicios de la democracia José Luis Ortiz de Lanzagorta, profesor de Literatura de este editor hace 50 años en el COU intercolegial Santa Ana-Maristas-San José lo vuelve a publicar fruto de una casualidad. Siendo profesor de Literatura del Centro de Nuevas Profesiones de Periodismo en Sevilla y estando explicando la Generación del 27, una alumna, Marga Rosa Morales, también amiga y miembro de la pandilla quinceañera del editor Miguel Gallardo en Mairena del Aljarafe, le comentó que su abuelo pertenecía a esa generación de poetas. El profesor le preguntó quién era su abuelo y, al decirle el nombre, se interesó en saber si tenía en su casa alguna obra de él. Eso permitió volver a editar este pequeño libro, el único que escribió y publicó Núñez de Herrera y que era guardado como recuerdo por su hija en una pequeña carpetita de cartón azul, pensando que al ser de Semana Santa no le traería problemas a la familia durante la guerra y la dictadura.

Ese fue el modo en que se recuperó esta obra que ahora se vuelve a editar para introducirla en el nuevo mundo editorial. En esta obra se desvela el complejo jeroglífico de la memoria sentimental de la ciudad en esa época, con esos nazarenos que envolvían sus alpargatas en el último número de «El Socialista» y la Sevilla roja que olvidaba las teorías revolucionarias cuando se acercaba la Cuaresma, cuando El Gran Poder le ganaba la partida a Marx, porque «la muerte aquí no es más que una obra de arte”.

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