Reeditado "Cómo sonríe Sevilla...", el Pregón de las Glorias del padre Ramón Cué
El volumen no se editaba desde 1989, fecha en que se pronuncia el pregón en el Teatro Lope de Vega
Cuenta con varios prólogos y fotografías de Salazar-Bajuelo
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Un título muy desconocido para los cofrades pero que encierra una belleza y una ternura implacables. La editorial Sevilla Press acaba de sacar al mercado una nueva edición del libro Como sonríe Sevilla… del padre jesuita Ramón Cué, a la sazón el Pregón de las Glorias. El volumen no se editaba desde 1989, fecha en que pronunció el texto en el teatro Lope de Vega.
El libro, que se ilustra con fotografías de Fernando Salazar y Ángel Bajuelo, cuenta con varios textos a modo de prólogo reunidos bajo la coordinación de Juan Manuel Labrador. En concreto, participan los siguientes pregoneros como prologuistas: José Joaquín Gómez González (1975), Francisco José Vázquez Perea (1993), Enrique Casellas Rodríguez (2004), Maruja Vilches Trujillo (2006), Víctor Manuel García-Rayo Luengo (2010), Abel González Canalejo (2011), Antonio Gila Bohórquez (2013), Antonio García Rodríguez (2016), Miguel Andreu Fernández (2017), el propio Juan Manuel Labrador (2018) y Mario Daza Olaya (2023).
Se trata del quinto libro de la colección de Religión y Semana Santa de Sevilla que comenzó con Cómo llora Sevilla… del padre Cué, y siguen otros títulos como Gran Poder: Crónica de la Santa Misión, de varios periodistas sevillanos, Mi Cristo Roto también del padre Cué, Cómo sigue llorando Sevilla… de Francisco Correal y ahora Cómo sonríe Sevilla…. El primero de los títulos se considera uno de los libros esenciales sobre la Semana Santa sevillana y, además, es el título cofradiero más vendido de la historia. Por su parte, Mi Cristo Roto es la obra literaria del Padre Cué más vendida en todo el mundo. Son unas meditaciones cuaresmales de TVE ofrecidas en el año 1963 que cuentan la historia de un crucifijo roto comprado en el mercadillo del jueves de Sevilla.
Se trata de tres libros imprescindibles para entender la Semana Santa y la religiosidad popular de Sevilla, totalmente recomendable para todos los cofrades, devotos, jóvenes y turistas de Sevilla, pues les ayudará a comprender mejor la historia de todas estas tradiciones.
Un sacerdote enamorado de Sevilla
Ramón Cué Romano, conocido popular y cariñosamente como el padre Cué, nació en Puebla de Zaragoza, México, el 21 de abril de 1914 y falleció en Salamanca, España, el 9 de junio de 2001, a los 87 años de edad. Fue sacerdote jesuita, escritor, poeta y profesor mexicano de origen español, por lo que tenía la doble nacionalidad. Dejó un legado literario compuesto por más de treinta títulos.
Cuando Ramón tenía menos de dos años quedó huérfano de padre y un tiempo después su madre lo llevó a vivir a San Luis de Potosí, donde comenzó a estudiar con un maestro privado hasta que ingresó en la escuela pública. Su madre decidió regresar a España en 1926, cuando tenía tan sólo 12 años. Continuó sus estudios en el Colegio de la Compañía en Carrión de los Condes con altas calificaciones. Ya a esa edad sentía que su vocación comienza a definirse y, al culminar los estudios, fue admitido en el Noviciado de Salamanca en 1930. Estudió Teología en la Universidad Pontificia Comillas. Entre 1946 y 1948 estudió Historia de América en la Universidad de Sevilla y posteriormente finalizó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
Durante su estancia en Sevilla quedó impactado por su Semana Santa, a la que dedicó Cómo llora Sevilla... (interpretación de la Semana Santa), y colaboró con diversas Hermandades. En 1965 fue pregonero de la Semana Santa de Córdoba y en 1966 de la de Salamanca. Completada su formación, Ramón Cué fue formador en los centros jesuitas de Salamanca (1949-1952), Santander (1952-1956) y Santiago de Compostela (1956-1998). Ante el deterioro de su salud en 1998 fue destinado a la Enfermería de Salamanca, donde falleció en 2001.
Fue un apasionado coleccionista de objetos de arte religiosos: reunió más de 150 crucifijos traídos de todo el mundo además de muchísimas medallas de la Virgen, pues su lema era "Acuérdate Madre de las veces que he hablado de ti" . Estos serían donados al Museo Diocesano Regina Coeli de Cantabria, quienes abrieron la sala "Padre Cué".
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