Los recortes, una tradición sevillana que se mantiene viva en el Convento de la Encarnación
Tradiciones
Los ''recortes'' son sobrantes del pan de ácimo que se utiliza para realizar las hostias de la Eucaristías
En el Convento de la Encarnación, en pleno Casco Antiguo de Sevilla, es posible adquirirlos por tan solo 1,50€
La compra de los recortes, una tradición tras la recogida de la Virgen de los Reyes
Existe una Sevilla –no tan lejana– que recuerda con añoranza aquellas bolsitas de recortes que eran tan fáciles de conseguir como un chicle en un kiosco.
Una ciudad donde sus costumbres traspasaron las horas de misas dominicales, y un puñadito de recortes daban un pasarratos a niños y mayores como quien se sentaba en un banco a comer pipas.
Recuerdos del pasado que se nos fue, pero que esta ciudad se niega a dejar morir. En un portalón de la Plaza Virgen de Los Reyes sigue existiendo la tradición del ‘recorte’. Para los más jóvenes –o para algún rezagado–, esto no es más que los sobrantes o piezas defectuosas del pan ácimo que se usará para las hostias consagradas que servirán en la Eucaristía.
El Convento de la Encarnación huele al recuerdo del paseo mañanero un 15 de Agosto. El olor a nardos de la Virgen de los Reyes sigue impregnando la ciudad. No hace mucho que entró la Patrona, pero los fieles hacen cola en la puerta de madera de las Hermanas Agustinas para comprar –casi por docenas– estas bolsas de recortes. Antes de buscar un bar donde poder tomar café. Lo que era común ha pasado a tradición. ¡Pero qué tradición!
Un euro y cincuenta céntimos es lo que cuesta una de estas bolsas. Dinero totalmente destinado a las hermanas y al mantenimiento del Convento. A ellas jamás les verás el rostro, pero el dulce ‘Ave María Purísima’ que suena tras el torno nos hace sentir que, quienes hay detrás, son buenas personas. Ayudar a nuestra Iglesia cuesta muy poco.
‘Sin pecado concebida, Hermana. ¿Le quedan a usted recortes?’. Dinero al torno y, en un ‘pis-pás’, ya tendrás ese manjar entre las manos. Como siempre se ha dicho ‘no es a lo que saben, es que cuando comes uno no puedes parar’. La mejor forma de comprobarlo es probándolo. Háganlo. Sevilla siempre será más Sevilla por mantener vivas sus tradiciones.
El Convento de la Encarnación, historia viva a los pies de la Catedral
El Convento de la Encarnación es una de esas reliquias que conserva el Casco Antiguo de la ciudad. Se encuentra frente a la Catedral, y se adentra poco a poco en el Barrio de Santa Cruz. Hay quienes lo conocen por el Convento de Santa Marta, debido a que se edificó en los terrenos del antiguo Hospital de Santa Marta.
Lo habitan las Hermanas Agustinas Ermitañas, orden fundada en 1244. Su nombre actual, pese a no estar relacionado ni con las Hermanas ni con la ubicación, se lo da su primera sede: la Plaza de la Encarnación, donde se fundó en 1591 por orden testamentaria de Don Juan de la Barrera. Sin embargo, fue en 1811 cuando este edificio fue derrumbado durante la ocupación francesa.
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