Recogen firmas para conceder la Bandera de Andalucía a la Agrupación de la Magdalena de Arahal

Un proyecto que busca reconocer, aún más si cabe, a un colectivo capital de la música procesional. Un nutrido grupo de cofrades se ha movilizado durante estas últimas semanas para solicitar, a los órganos correspondientes, la concesión de la Bandera de Andalucía a la Agrupación Musical Santa María Magdalena, de Arahal, una formación clave para comprender la evolución e instauración del género de las agrupaciones, de origen netamente sevillano.

A través de una carta, estos cofrades de la localidad pretenden conseguir esta condecoración mediante la petición que será posteriormente elevada a los organismos competentes de la administración autonómica. La Bandera de Andalucía, que se entrega en el marco de los actos institucionales del 28 de febrero, es un reconocimiento (Decreto 602/2019 de 3 de diciembre) a nivel provincial de carácter honorífico que resalta "los méritos, acciones y servicios excepcionales o extraordinarios realizados en beneficio de cada provincia por personas físicas o jurídicas, grupos o entidades". Hasta el momento ya se han sumado numerosas organizaciones e instituciones de todos los ámbitos, tanto relacionados con las hermandades cofradías como con la sociedad civil, así como particulares.

La banda de la Magdalena, que acompaña cada Domingo de Ramos al Cristo de la Buena Muerte de San Julián y este año, Dios mediante, hará lo propio tras el Cautivo y Rescatado de San Pablo, tiene sus orígenes el año 1964, cuando Manuel Rodríguez Ruiz, de amplia formación musical y académica, asume el cargo de la OJE de la villa, transformándose en la entidad que hoy día conocemos. Aunque los orígenes de las agrupaciones se hallan en las interpretaciones de la Banda de la Guardia Civil del Cuartel de Eritaña, fue Rodríguez Ruiz quien instauró un estilo diferenciado, alejado de lo puramente militar. Es decir, transformó el estilo iniciado por la Guardia Civil y le aportó una vuelta de tuerca más hasta convertirlo en un género propio. La inclusión de trompetas, trombones y bombardinos permitieron observar la diferenciación con las cornetas y los tambores, gestándose de este modo una nueva vía para interpretar la música procesional.

Manuel Rodríguez Ruiz se yergue, por tanto, como emblema de la música procesional sevillana y española, puesto que algunas de sus composiciones más celebradas (Cristo de San Julián, Pasa la Virgen del Refugio o Virgen de las Angustias) se interpretan en todos los rincones del país como padre y creador de un estilo.