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La Quinta Angustia presenta el nuevo manto bordado para su titular

Patrimonio

Se trata de una recuperación del original de Teresa del Castillo, con diseño de Sánchez de los Reyes

Ha sido ejecutado en los talleres de Santa Bárbara

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El manto reproduce todas las líneas decimonónicas del momento

Se postula como uno de los estrenos textiles más sugerentes de la Semana Santa 2024. La Quinta Angustia ha presentado en estas últimas horas la reproducción del manto original de su dolorosa, una pieza bordada en su día por Teresa del Castillo en 1854 y cuya impronta vuelve a cobrar vida. Se trata de un trabajo diseñado por Javier Sánchez de los Reyes y confeccionado por el taller de Santa Bárbara.

El manto recuperado de la Quinta Angustia / Javier Sánchez de los Reyes

En esta ocasión se han empleado técnicas visibles en fotografías, y el proyectista se ha estudiado para la reproducción de la obra otras piezas pertenecientes a la firma de esta bordadora, como los ropajes del paso de misterio, que fueron confeccionados inmediatamente después de aquel manto perdido en 1936. "La blonda sigue un diseño asimismo de época y ha sido realizada por Alfonso Aguilar. Toda la obra es un auténtico muestrario de antiguas técnicas decimonónicas, hoy algunas en desuso o poco utilizadas".

Detalle de la parte inferior del manto / Javier Sánchez de los Reyes
Detalle de la ejecución del manto / Javier Sánchez de los Reyes

La cofradía de la Quinta Angustia aún guarda piezas de extraordinario valor artístico, debidas casi todas ellas a la firma de Teresa del Castillo y su esposo: el Senatus (1853), el Sinelabe (1856), el estandarte y las bocinas, también de este último año. Teresa del Castillo es una de las más importantes bordadoras que trabajaron en Sevilla en la segunda mitad del siglo XIX. Su trabajo estuvo muy unido al de su marido, Antonio del Canto Torralvo, pintor y profesor en la ciudad hispalense en la Escuela de Bellas Artes, y como una de sus aportaciones más importantes está la introducción del estilo neogótico en los bordados de las cofradías. Su taller estuvo situado en el número 3 de la Alamedilla de Triana, y cuenta con obras documentadas desde 1854 hasta 1905.

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