Qué ver el Miércoles Santo en Sevilla

Después de la salida de la Sed, caminamos hasta el puente de San Bernardo para acompañar a la cofradía torera hasta la Alfalfa. Posteriormente, la salida del Baratillo es buena opción antes de disfrutar de un momento insólito de la Semana Santa, el regreso del Buen Fin por la calle Arfe.

Luego, en la Plaza de San Pedro podremos contemplar a la Hermandad del Carmen y la salida del Cristo de Burgos.

La Lanzada por el Salvador y, un poco más adelante, los Panaderos, se convierte en en el tramo final del día, donde será compatible ver las Siete Palabras por la Plaza Nueva y los metros finales del Cristo de Burgos antes de las tres de la madrugada.

Hermandad del Carmen

En el año 1982, cuando un grupo de cristianos se encontraban realizando el Servicio Militar en San Fernando (Cádiz), deciden unirse en Grupo de Devotos para rendir culto a la Santísima Virgen del Carmen.

Una vez finalizado el período que mantenía a estos hombres alejados de sus hogares, se establecen en la Iglesia de la Misericordia. El 14 de julio del año 1984, se bendice la imagen de Nuestra Señora del Carmen en Sus Misterios Dolorosos, obra de Francisco Berlanga de Ávila. Así se consolida una ingente labor que fructifica en diciembre del año 1987 al trasladar el todavía Grupo de Devotos su residencia a la Iglesia Parroquial de Omnium Sanctorum.

La Virgen del Carmen saldría procesionalmente por vez primera el 17 de julio de 1988, de manera gloriosa. En 1990 se incorpora como Titular de la Corporación al Señor de la Paz, obra de Francisco José Reyes Villadiego. El Viernes de Dolores de 1996 hace su primera salida procesional como Hermandad de Penitencia visitando la Iglesia de la Misericordia.

En 1999, comienza a realizar su anual Estación de Penitencia a la Iglesia de San Martín, tras haberlo hecho durante los primeros años a su sede fundacional, la Iglesia de la Misericordia, hasta que en 2007 ingresa en la nómina del Miércoles Santo. La Hermandad continúa preparando con dedicación y paciencia la confección del nuevo paso de palio para su dolorosa titular, para cuyo estreno aún faltan algunos años.

Hermandad del Buen Fin

La cofradía de la calle San Vicente ocupará el segundo lugar de la jornada en este nuevo Miércoles Santo, una decisión que su Junta de Gobierno consideró injusta en un muy crítico comunicado.

Las noticias más antiguas que se tienen de esta Hermandad datan del año 1590, y, según las mismas, en dicho año, y por el gremio de curtidores, fue fundada en la iglesia de San Juan Bautista, una Hermandad para dar culto a una imagen de la Santísima Virgen, bajo la advocación de Madre de Dios de la Palma. Sus primitivas Reglas fueron aprobadas por el Sr. Provisor en el año 1593.

El 19 de marzo de 1605 se traslada al Convento de San Antonio de Padua. Desde su fundación hizo esta Hermandad Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la tarde del Miércoles Santo, llevando además de las Sagradas Imágenes en sus "pasos", el Santo Sudario, que era portado a mano por seis Padres de la Orden franciscana, existiendo la constancia de que en el año 1621 así lo hizo, una tradición que recientemente ha recuperado la cofradía en su cortejo procesional.

Tras varios avatares e intentos de renovación, en el año 1908 se reorganizó la Hermandad. En el año 1930, queriendo darle mayor esplendor, se estrenó el paso de palio para la Virgen. La Imagen del Cristo del Buen fin se debe a la gubia del imaginero Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa y coetáneo de Martínez Montañés, y fue realizada en el año 1645. La Virgen de la Palma es de autor desconocido, fechada en el siglo XVII. Imprescindible el regreso de la cofradía por el entorno de San Lorenzo. El paso de palio es uno de los más originales de toda la Semana Santa sevillana.

Hermandad de la Sed

La Hermandad fue fundada por decreto del Cardenal Bueno Monreal de fecha 8 de septiembre de 1969. El Sábado Santo día 20 de abril de 1969 se le encarga a Dubé de Luque una imagen de Dolorosa de candelero, que será bendecida al año siguiente, el jueves 5 de junio.

El 10 de octubre de 1969 se le encarga a Luis Álvarez Duarte una imagen de un Crucificado en madera de pino de Flandes, siendo bendecido el día 6 de septiembre de 1970 bajo el Título de Santísimo Cristo de la Sed.

El Viernes de Dolores día 2 de abril de 1971 hizo su Primera Salida Penitencial. Al año siguiente se incorporó el paso donde hizo su salida procesional la imagen de Santa María de Consolación. El 31 de octubre de 1978 el Arzobispo de Sevilla aprueba las Reglas como Hermandad de Penitencia, realizando su primera estación a la Catedral el 11 de abril de 1979. A día de hoy continúa creciendo su nómina de nazarenos y la Hermandad prevé culminar al completo el paso de palio de la dolorosa con el nuevo manto bordado, según diseño del malagueño Fernando Prini. El andar reposado y decidido de ambos pasos cala profundamente en los apasionados del género.

Hermandad de San Bernardo

La cofradía de San Bernardo es la resultante de tres corporaciones anteriores: la antiquísima Sacramental, de tiempos de la Reconquista (siglo XIII), la Hermandad del Rosario, que se crea como asociación espontánea de vecinos y devotos dedicada a la organización y fomento del Rosario público, y la de nazarenos de San Bernardo. La tradición nos dice que ambas corporaciones de gloria llegaron a unirse, formando la Hermandad de la Santa Cruz, Nuestra Señora del Patrocinio y San Bernardo, de la que tenemos noticias que tuvo residencia canónica en la Capilla Sacramental hasta el año 1764.

La más reciente de todas es la Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio, cuyo origen fundacional data de la década de los cuarenta del siglo XVIII, señalando Bermejo a este respecto el año 1748 como más probable. Realizó su primera estación de penitencia a la Catedral poco después. En 1851 esta cofradía se fusiona con la del Rosario y en 1966 se une con la Sacramental de San Bernardo, adquiriendo este carácter la corporación actual. La salida y su recorrido por las primeras calles del barrio está considerado como uno de los instantes más auténticos y clásicos de toda la Semana Santa, cuando los vecinos del barrio regresan de sus exilios al lugar donde crecieron y echaron sus raíces.

Hermandad de La Lanzada

Se fundó en 1591-95 en la iglesia de S. Nicolás bajo el título de Guía y Lanzada, siendo fruto de la transformación en cofradía penitencial de una hermandad gremial de gloria, que bajo el título de Ntra. Sra. de Guía, fundaron a principios del siglo XVI gentes marineras en el convento trianero del Espíritu Santo.

En 1642 se fusiona a una pujante Hermandad de gloria, que bajo el título de Ntra. Sra. del Buen Fin existía en el barrio de la Feria. Hacia 1653 se instaló en el Convento de S. Basilio, donde adquirió capilla propia en 1670. Tras varios avatares históricos en el Siglo de las Luces y la invasión francesa, la cofradía se trasladó a San Marcos, y de allí a San Francisco de Paula.

Se trasladó en 1851 al templo del Santo Ángel donde consiguió en depósito la Imagen del Cristo de los Desamparados existente en el mismo, obra de Martínez Montañés. En 1916, ante las graves desavenencias con los carmelitas del Santo Angel, fijó su sede provisional en S. Román. En 1850 obtuvo como nueva sede canónica la Iglesia de S. Gregorio, donde se bendijo en 1929 la actual Imagen del Cristo de la Lanzada. En 1940 la autoridad eclesiástica le concedió la sede canónica en S. Martín. En 1950 estrenó el actual paso de misterio y en 1967 obtuvo la cesión de la Iglesia de S. Martín, asimismo en 1973 se estrenó el actual paso de palio. En 1981 se fusionó con la Hermandad Sacramental de S. Martín y con la de gloria de la Esperanza "Divina Enfermera".

Destaca sobre manera el estilo gótico flamígero de la corporación y las dimensiones del paso de misterio, uno de los grandes y más celebrados "barcos" de nuestra Semana Santa.

Hermandad del Baratillo

Los orígenes de ésta Hermandad se remontan a finales del siglo XVII, teniendo como origen el culto a una cruz de forja situada en el barrio del Arenal y que hoy puede verse en lo alto del crucero. Esta cruz de hierro sobre peana de ladrillos presidió un multitudinario enterramiento debido a la epidemia de peste de 1649. Tanto creció la devoción popular a esta cruz, que decidieron los vecinos erigirse en Hermandad de Gloria, naciendo la Hermandad de la Cruz del Baratillo.

En 1892 la Hermandad se reorganiza para adquirir el carácter penitencial, aprobándose las nuevas reglas en 1893, y realiza su primera salida procesional en 1905. El conjunto escultórico con el que efectuó esta primera salida había sido bendecido un año antes, el 13 de marzo de 1904, habiendo sido concebido por el escultor Emilio Pizarro de la Cruz.

En 1926 sale por primera vez la dolorosa bajo palio, bajo la advocación de la Soledad. La actual imagen se bendijo en 1931. Es entre 1940 y 1955 cuando la hermandad toma el carácter y la impronta actual realizando las imágenes actuales de Nuestra Señora de la Piedad (1945) y el Santísimo Cristo de la Misericordia (1951) además de los dos pasos procesionales como actualmente conocemos. Está muy vinculada a la Real Maestranza de Caballería. La Virgen de la Piedad será coronada canónicamente el próximo 2024 en la Catedral de Sevilla junto al Señor de la Misericordia.

Hermandad de Los Panaderos

Es otra de las grandes sorpresas de la jornada: la inclusión de los Panaderos en el séptimo lugar del día, en detrimento del Cristo de Burgos, que pasará a ser la última. No está del todo constatada su fundación en Santa Lucía, pero el 3 de febrero de 1601 se aprueban sus primeras reglas. En un principio se tomó como titulares a la Virgen Santísima de Regla y al Santísimo y Sagrado Poder de Nuestro Redentor Jesucristo. Al menos desde 1640 la hermandad se instala en capilla propia situada en el lado del Evangelio de la Iglesia de Santa Lucía.

Con motivo de la revolución “gloriosa” de 1868, la parroquia de Santa Lucía fue cerrada al culto y tuvo la hermandad que trasladarse al convento de la Consolación (actual iglesia de los Terceros). Posteriormente residiría en San Marcos, e incluso llegó a residir tanto en San Román (1895) como en Santa Marina (1896).

Fue en 1895 cuando se realiza la primera salida procesional en la tarde del Miércoles Santo. Al año siguiente, en las postrimerías de 1896, la Hermandad se fusiona con la del gremio de “los alarifes” de San Andrés, que contaban con capilla propia en la calle Quebrantahuesos (actual Orfila). Desde entonces, la corporación ha mantenido dicha sede. El discurrir del paso de misterio por las calles de la ciudad congrega a miles de cofrades en torno al Señor del Soberano Poder en su Prendimiento.

Hermandad de Las Siete Palabras

La Archicofradía Sacramental de las Siete Palabras es el resultado de la fusión de varias Hermandades. En el Convento Casa Grande del Carmen se fundó la Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza en 1561, como propagadora en nuestra ciudad de la devoción hacia la Virgen del Santuario de Sierra Morena. En 1590 se instituyó la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios, que el 30 de agosto de 1629 se fusiona con la de Nuestra Señora de la Cabeza. En 1677 se produce una nueva fusión, al incorporarse el gremio de los impresores, el cual tenía Cofradía propia dedicada a San Juan Evangelista, por poseer el mismo titular y no tener Capilla propia. El 2 de noviembre de 1868 fue desposeída de su residencia canónica y se trasladó a la parroquia de San Vicente Mártir. En 1966 acuerda fusionarse con la Sacramental, fruto, a su vez, de otras dos fusiones.

Procesiona con tres pasos. Abre el cortejo la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia, obra de Felipe de Ribas, ejecutada en 1641 en andas neobarrocas realizadas en plata de ley. En el segundo figura el Santísimo Cristo de las Siete Palabras, imagen recientemente documentada como obra de Felipe Martínez, en 1682, acompañado por las de María Santísima de los Remedios, se realizada en 1865 por Manuel Gutiérrez Reyes-Cano; San Juan Evangelista y las Tres Marías son de Gutiérrez-Reyes Cano entre 1865 y 1866. El paso es de estilo romántico y se estrenó en la Semana Santa de 1881, uno de los más personales de nuestras cofradías por su sello y su impronta.

La talla de Nuestra Señora de la Cabeza que figura bajo palio procede de la transformación de uno de los ángeles para el paso alegórico del Sagrado Corazón de Jesús realizado por Emilio Pizarro Cruz en 1901 que modificó Manuel Escamilla en 1956.

Hermandad del Cristo de Burgos

La cofradía de San Pedro cerrará este insólito Miércoles Santo, a pesar de la oposición frontal de su Junta de Gobierno, que incluso solicitó por escrito al CECOP una modificación de los recorridos y órdenes de paso por cuestiones de seguridad.

En el año 1888 los cofrades de la Hermandad del Buen Fin de San Antonio de Padua, al serles negada por la autoridad eclesiástica la posibilidad de continuar haciendo Estación de Penitencia desde el Convento de San Antonio se trasladan a San Pedro y adoptan al Crucificado que existía en la citada Parroquia con la advocación de “Cristo de Burgos” como, titular de la Cofradía, al no poder traer sus propias imágenes que quedan en el Convento de San Antonio. Realizan su primera Estación de Penitencia desde esta parroquia el Miércoles Santo del año 1889.

De esta fecha de 1883, pues, arrancan las primeras Reglas de la Hermandad, que recogerán la Titularidad del Stmo. Cristo de Burgos y de Madre de Dios de la Palma en 1888. Se da la circunstancia que cuando, resueltas las diferencias con la Comunidad franciscana del barrio de San Lorenzo, no podrán hacer uso de estas Reglas, y se verán en la obligación de someter otras nuevas a la Autoridad eclesiástica.

Salvadas, pues, las dificultades que provocaron el traslado, en el año 1909, los cofrades de la Hermandad del Buen Fin retornan a San Antonio de Padua, donde volverán a dar culto a las imágenes de sus Titulares; por el contrario, la Hermandad del Cristo de Burgos continuó realizando, ya de manera ininterrumpida hasta nuestros días la Estación de Penitencia desde la Parroquia de San Pedro. Cada año una representación del Ayuntamiento de Burgos acompaña al crucificado en su salida procesional. La entrada de la cofradía es uno de los momentos claves del día.