Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Años lleva el Ayuntamiento de Sevilla intentando buscar una solución para las sillitas plegables, que en los últimos años pueblan las calles de Sevilla en Semana Santa bloqueando el paso de las personas y atascando posibles vías de evacuación. La gravedad del problema se puso de manifiesto en la Semana Santa de 2014. Las sillitas se venden a bajo precio en las tiendas de chinos desde la década pasada, pero la sucesión de años lluviosos hizo que no se reflejara con tanta fuerza hasta el año pasado.
Pudieron verse entonces varias filas de personas sentadas a la espera del paso de una cofradía. Esquinas claves se convertían en una especie de segunda carrera oficial, con gente desde dos o tres horas antes de que pasara una procesión esperando sentada, con el bocadillo, la botella de agua y un paquete de pipas. Lo de las pipas tiene previsto solucionarlo Lipasam este año repartiedo unas bolsas para depositar las cáscaras, que alguien ha bautizado ingeniosamente como pipeleras.
Lo de las sillas tiene peor arreglo. El Ayuntamiento anunció después de la Semana Santa de 2014 que iba a prohibir el uso de estas sillas, pero luego no le ha quedado más remedio que rectificar y tratar el asunto con cierta flexibilidad. Ni todo el que lleva una silla espera dos horas comiendo pipas a que llegue un paso, ni todos se ponen en un punto que bloquee una vía de evacuación. Hay personas, sobre todo las mayores, para las que este invento supone una ayuda para sobrellevar las largas esperas a pie parado de la Semana Santa, en la que cada vez los cortejos son más numerosos y cada vez cuesta más verlos de principio a fin en un punto fijo.
Por tanto, el Consistorio ha optado por recomendar, que no prohibir, el uso de las sillitas en aquellas zonas que considera claves para evitar bullas y problemas de aglomeración de público. Son 28 calles y cruces en las que que se han colocado señales disuasorias -algunas en inglés- y se informará a los ciudadanos que se encuentran en zonas donde resulta peligroso colocar una sillita. La relación de lugares donde no se aconseja su uso puede apreciarse en el mapa adjunto.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios