LOTERÍA DE NAVIDAD
Lista oficial de los números premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad 2024

"El público levantaba los faldones para comprobar si había estudiantes debajo del paso"

La Hermandad de los Estudiantes presenta "El espíritu del 73", que narra la creación de la primera cuadrilla de hermanos costaleros

Cuenta con testimonios inéditos como el de José Luis Amoscótegui, promotor de esta idea

La Virgen de la Angustia de Los Estudiantes o la encarnación de la belleza

Primera cuadrilla de costaleros hermanos / Hermandad

Era un 17 de abril del año 1973. Tarde de Martes Santo en la Lonja de la Universidad. La expectación y el silencio, la suspicacia y la convicción, todas al alimón, se citaban con la historia. Quien allí estuviera y lo recuerde puede, legítimamente, sentirse privilegiado y afortunado. Por primera vez en cinco siglos de historia, las andas procesionales de la Semana Santa de Sevilla fueron portadas por hermanos costaleros. Una idea descabellada, rechazada en el propio seno de una cofradía. Una iniciativa impensable que, como suele suceder en estos casos, terminó por cambiar el rumbo no solo estético de nuestra fiesta, sino que incidió de lleno en los planos sociológicos y antropológicos.

Fue en la Hermandad de los Estudiantes, corporación que en la noche de este lunes presentó, en el Salón de actos de la Fundación Cajasol la película El espíritu del 73, un largometraje que recorre la génesis y formación de la primera cuadrilla de hermanos costaleros de la Semana Santa. Dirigida por el periodista José Gómez Palas, y realizada por JRP, esta cinta no solo desgrana una serie de pormenores que desembocaron en aquel Martes Santo en el plano eminentemente cofradiero, sino que propone un viaje temporal para conocer la Sevilla de aquel tiempo y los factores sociológicos que confluyeron en esta coyuntura.

Frame de la salida del Cristo de la Buena Muerte en 1973 / Jesús Resa de los Santos

Con la presencia de diferentes personalidades del mundo de las cofradías y representantes institucionales, el reconocimiento al finalizar la proyección fue unánime. Y es que los testimonios, nunca antes compartidos ni tratados con tanta minuciosidad y rigor, son extraordinarios. Sobre todo, el de José Luis Amoscótegui, estudiante de Derecho que se alza como verdadero impulsor de esta iniciativa en una época en que se estudiaban mecanismos a tracción para llevar los pasos o se sopesaba la contratación de cuadrillas del Aljarafe.

Foto de familia de la presentación de la película. / Juan Carlos Muñoz

Un tiempo en que la imagen de los costaleros no era la más digna ni decorosa para una salida procesional (bebidas debajo de los pasos, palabras malsonantes, plantones como el del misterio de la Soledad de San Buenaventura…)

José Luis Amoscótegui

La cinta se distribuye en una serie de capítulos: los antecedentes, la gestión con la Junta de gobierno, la gestación de la cuadrilla y la estación de penitencia del Martes Santo (esta última narrada en primera persona por reconocidísimas voces actuales de la radio cofradiera). Cada uno de los apartados merece su detenimiento y análisis, pero destaca sobremanera el recuerdo de aquel 13 de noviembre de 1972, fecha exacta en que surge aquella idea y la reacción de la junta, que queda dividida y fragmentada ante semejante locura. Más asombroso resulta el testimonio del propio Amoscótegui, que fue tachado de “fascista” y apedreado tras anunciar en el Aula Magna de la Universidad la idea de formar una cuadrilla con aquellos estudiantes que estuvieran dispuestos.

Ensayo de aquella primera cuadrilla / Hermandad

Tan solo bastó una antigua parihuela de la Virgen de la Angustia para hacer las primeras pruebas, bajo la supervisión de un indeciso Salvador Dorado y un entusiasmado y decisivo Manolo Santiago, quien verdaderamente enarboló y capitaneó esa primera cuadrilla. Aquellos 36 primeros muchachos costaleros también recuerdan, con estupefacción, el aplauso cerrado de la Campana cuando se levantó el Señor de la Buena Muerte, y cómo la gente levantaba los faldones para comprobar si, verdaderamente, debajo del paso había estudiantes y no trabajadores del muelle. Una historia emocionante, cargada de reflexiones y testimonios brillantísimos (como el de José Luis Garrido Bustamante o el incombustible Isidoro Moreno) que sitúan y contextualizan no solo la historia de esta Hermandad, sino el devenir y el futuro de una fiesta trascendental como la Semana Santa de Sevilla.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último