La protección de los menores: Las cofradías se blindan ante cualquier contingencia
Cofradías | los cambios normativos
Pasión es la primera hermandad que hace firmar a los padres que eximen a la corporación de las consecuencias de un hipotético suceso desagradable
Poner la venda antes de que salga la herida. Los sucesos que han acontecido durante las últimas Madrugadas están obligando a las hermandades a cuidar de manera especial a sus hermanos más vulnerables: los menores de edad. La hermandades de Pasión y el Gran Poder han abierto el camino y ya requieren para la próxima Semana Santa que los padres o tutores del menor den su consentimiento por escrito para la realización de la estación de penitencia. La archicofradía del Salvador, además, introduce una cláusula en la que se renuncia expresamente a reclamar a la hermandad la responsabilidad de cualquier contingencia que pueda ocurrir durante la salida procesional, como un siniestro o percance que pueda afectar al niño. La Hermandad del Gran Poder también ha publicado en sus medios un modelo que deben firmar los padres de los menores de 18 años para que puedan salir durante la Madrugada. Otra cofradía, como la Macarena, contará este año con un tramo para sus hermanos más jóvenes, que irá especialmente protegido.
Las cofradías llevan muchos años velando por la seguridad de sus hermanos durante las procesiones. Hace ya más de una década, el Consejo de Cofradías impulsó la firma de un seguro de responsabilidad civil para los costaleros que cubría cualquier lesión durante el desempeño de su función. Hay hermandades que cuentan, además, con un seguro que cubre los daños materiales y a terceros durante las estaciones de penitencia o los ensayos de sus cuadrillas. Ahora, las cofradías están dando un paso más para blindarse ante hechos sobrevenidos que puedan causar algún daño en sus hermanos, en este caso, en los menores. El reglamento europeo de protección de datos, que entrará en vigor el próximo mes de mayo después de dar dos años a los estados miembros para adaptar sus leyes, es especialmente restrictivo en lo que se refiere a los menores y la protección de su imagen. En este contexto se enmarca la hoja de autorización para la participación de los menores en la estación del Jueves Santo que la Hermandad de Pasión ha enviado a sus hermanos.
Joaquín Moeckel. Abogado
"La petición de autorización es dudosa. Yo diría que ley ampara al menor a salir"
La corporación, cuyo hermano mayor es José Luis Cabello, requiere la firma de los dos progenitores del menor, o de su representante legal, para que pueda salir de nazareno, acólito o monaguillo. En su punto cuarto, la autorización enviada por la hermandad la exime ante los problemas que pudieran surgir: "Renuncian expresamente a reclamar a la hermandad, así como a todos sus miembros, y les exime de cualquier tipo de responsabilidad derivada del deceso, dolencia, enfermedad, siniestro o percance que pudiera sufrir el hermano menor con motivo de su participación en la estación de penitencia". La archicofradía aprovecha para solicitar también el permiso por escrito de los padres para incorporar los datos del menor a su fichero y poder usarlo, algo que hace extensivo a la publicación de imágenes en sus medios de información oficiales. Con estas medidas la cofradía se protege ante las denuncias que pudieran producirse. "Hay que tomar las decisiones oportunas para que no surja ningún inconveniente", explicó el hermano mayor a este periódico. Cabello, refiriéndose a la protección de datos, señala que la normativa es muy restrictiva en algunos conceptos y de difícil cumplimiento.
El Gran Poder, en su caso, se limita a pedir el consentimiento para realizar la estación de penitencia, sin incluir ninguna cláusula que exima a la hermandad de la responsabilidad en el caso de siniestros o percances. La hermandad acordó aplicar este procedimiento tras revisar sus protocolos de actuación: "Se trata de ajustarse a la Ley del Menor. Hicimos una consulta al Juzgado de Menores y al Arzobispado para hacerlo", señaló Félix Ríos, hermano mayor de la cofradía de San Lorenzo. Esta solicitud de autorización, añadió Ríos, "no tiene relación" con los incidentes acontecidos durante la pasada Madrugada. "Lo que no queremos es que nadie nos pueda preguntar qué hace su hijo ahí". La corporación cuenta con un seguro de responsabilidad civil que da cobertura a la estación de penitencia. En este sentido, el Consorcio de Compensación de Seguros se ha hecho cargo de los daños materiales causados por las avalanchas, liquidando a la hermandad 4.100 euros.
Felipe García Pesquera. Abogado
"La nueva ley de protección de datos es especialmente delicada con los menores"
La Hermandad de la Macarena también es especialmente sensible con sus hermanos menores. Tras sufrir varias embestidas el año pasado, la cofradías contará con un tramo especial para sus nazarenos menores de 15 años. Aunque las hermandades llevan muchos años cuidando especialmente de sus niños, la Macarena ha dado un paso más dotando a este tramo, que irá situado en el cortejo del Señor de la Sentencia, tras los penitentes, de especiales medidas. Además de disponer de un lugar acotado en la salida y entrada de la cofradía, contará con un mayor número de diputados que tendrán formación sanitaria y amplia experiencia en el acompañamiento de los niños durante la estación de penitencia. El tramo irá acompañado por hermanos de paisano y personal de seguridad y los menores de 12 podrán llevar un acompañante.
El abogado Joaquín Moeckel, ex hermano mayor del Baratillo, no tiene muy claro que sea necesario el consentimiento paterno para que un menor pueda realizar estación de penitencia en su hermandad. Para justificar su postura, hace referencia al artículo 7 de la Ley de Protección Jurídica del Menor, que, entre otras cuestiones, garantiza el derecho de participación, reunión o asociación. También señala la ley orgánica 8/2015, que modifica la anterior norma dándole mayor capacidad de obrar a menores y adolescentes; la ley 7/80 de Libertad Religiosa; o el artículo 162 del Código Civil, que asevera que los padres tienen la patria potestad, pero exceptúa los actos relativos a la personalidad, como es la libertad religiosa: "Esa petición de autorización es dudosa. Yo diría que la ley ampara al menor a salir. Tiene derecho aunque el padre no dé su consentimiento. Tiene la posibilidad de acudir al fiscal de menores que lo podría autorizar. En cualquier caso, no creo que esté mal que los padres puedan autorizar la salida si se trata de menores de edad". El abogado también mantiene sus dudas respecto a que una hermandad no haga responsable de una contingencia. "Es algo muy relativo. No es lo mismo que se caiga un cirio y le dé a alguien que las carreras de la Madrugada. La hermandad podría incluir en la papeleta un apartado que explique que, como la estación de penitencia se realiza en la vía pública, pueden producirse algunos altercados o incidencias de los que no es responsable".
Por su parte, Felipe García de Pesquera, abogado, y autor de la tesis doctoral Régimen Jurídico de la protección de datos de carácter personal: aplicación a las Hermandades y Cofradías, advierte sobre las consecuencias que el nuevo reglamento europeo en esta materia va a suponer para la protección de los menores en estas corporaciones. Aunque el Gobierno de España está todavía en proceso de negociación para aprobar su ley orgánica, hay algunas cuestiones que ya están claras. "La normativa española situaba la edad límite en los 14 años, ahora se ha rebajado hasta los 13. Eso significa que hasta esa edad quienes tengan la patria potestad de los menores deben prestar el consentimiento para el uso de los datos". Con el nuevo reglamento, por ejemplo, un abuelo no podría apuntar a un menor de 13 años a la cofradía familiar, algo muy habitual, ya que debería contar con la autorización de los padres o tutores.
Otro cambio fundamental, que afecta a todos, es que las hermandades deberán tener el consentimiento expreso de sus hermanos para compartir el uso de los datos en los listados de la cofradía. También habrá que tener la autorización por escrito para publicar una foto en las redes sociales o en los medios de información de la hermandad. "Lo mejor en estos casos es pixelar o que el menor no se identifique para que no haya problemas".
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