Los presos de Sevilla I visitan al Gran Poder en San Lorenzo
Social
Se trata de una actividad organizada por la Pastoral Penitenciaria
Los recibió el hermano mayor, Ignacio Soro, y conocieron las dependencias de la hermandad
Son ese tipo de actividades que pasan desapercibidas pero que, a través de gestos sumamente sencillos, ofrecen luces de esperanza y felicidad a las personas. La Pastoral Penitenciaria de la Archidiócesis de Sevilla organizó la visita de un grupo de internos del Centro Penitenciario Sevilla II, ubicado en Morón de la Frontera, a la Basílica del Gran Poder el pasado sábado 24 de junio.
En el templo fueron recibidos por el hermano mayor de la hermandad, Ignacio Soro, y otros miembros de la junta de gobierno. La peregrinación inició con la celebración de la misa presidida por el sacerdote Pedro Sola, capellán del Centro Penitenciario de Morón, seguidamente tuvo lugar la veneración de la imagen del Señor y una visita a la casa de hermandad.
“Una jornada inolvidable ante el Señor de Sevilla, en cuyo rostro se refleja el dolor que tanto llevan las personas encarceladas y la esperanza que, puestos los ojos en Él, siempre triunfa”, expresó Félix Quijada, secretario de esta pastoral diocesana.
La relación entre las hermandades y los centros penitenciarios, y por ende los internos, ha permanecido viva a lo largo de los años. En otras muchas ocasiones, las cofradías sevillanas -y andaluzas en general- han mantenido la práctica de solicitar la libertad de una serie de presos que cumplan los requisitos de un indulto ordinario, es decir, que cumplan condena en la actualidad y que concurran razones de justicia, equidad o utilidad pública. Esta práctica se remonta al siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III.
El más conocido es el caso de Jesús el Rico, en Málaga, si bien algunas corporaciones de nuestra ciudad han solicitado al Gobierno el perdón de algún preso. Por ejemplo, la Hermandad de la Trinidad ha indultado a varios presos en los últimos años, en concreto, 2015, 2016 y 2017, si bien esta iniciativa se ha desarrollado con anterioridad. Atendiendo también a su tradición trinitaria, la Hermandad de San Pablo también ha indultado a una serie de presos en las últimas Semanas Santas, incluidas mujeres. Una propuesta plausible que favorece la reinserción social de las personas y la posibilidad de ofrecerles la recuperación de una vida plena y sin privación de libertad.
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