"¡Qué bien huelen los claveles del Señor de la Salud!"

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Presentada en el Cine Cervantes la película La Hermandad de Los Gitanos

En ella se realiza un recorrido cronológico por la historia de esta corporación de la Madrugada

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Enrique Casellas, junto al hermano mayor, se dirige al público del Cervantes / M.L.R

La frase que titula esta sinopsis es, quizás, la que mejor recoge y engloba la evolución de una cofradía singularísima y capital para comprender la Semana Santa sevillana. Y la expresó el pueblo de Sevilla, tal y como sigue sucediendo en nuestros días. Un remozado y hermosísimo Cine Cervantes (ojalá se instale definitivamente en el circuito cinematográfico de nuestra ciudad como el emblema que siempre fue) ha acogido en la noche de este jueves el estreno público de la película La Hermandad de los Gitanos, un largometraje con guion y producción de Carlos Valera y Enrique Casellas. Hermanos, cofrades y otras personalidades poblaron el patio de butacas en las dos sesiones previstas para la proyección de la pieza: a las ocho y a las diez.

La película, trazada e impulsada con el ánimo sencillo de contar la historia de la hermandad desde sus orígenes hasta nuestros días, es toda una declaración de intenciones desde su inicio. Es, en general, un ejercicio de justicia y de memoria para con la cofradía de los Gitanos, de aquellos castellanos nuevos perseguidos que se aglutinaron en torno al Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias.

El Cine Cervantes, lugar elegido para la presentación de la película

Pasado y presente se dan cita en los ochenta minutos de duración de este trabajo, que recorre cronológicamente los diferentes episodios de esta cofradía de eminente raíz étnica: su génesis trianera en un contexto de represión, el traslado al Pópulo, el asentamiento en barrios comerciales decimonónicos como la Puerta de la Carne (San Nicolás) o la Puerta de Carmona (San Esteban) la plena identificación con San Román o el triste capítulo de la guerra civil. Todo ello hasta llegar a nuestros días, donde la hermandad vive un periodo de esplendor sin precedentes iniciado con la coronación canónica de 1988. A través de planos inéditos, fotografías de archivo extraordinarias, testimonios explicativos de Julio Mayo o la recreación de la estampa de las Angustias con la mantilla tal y como la fotografió Haretón, el espectador se sumerge de lleno en la personalidad arrolladora de esta hermandad, un concepto que se refuerza con sonidos de yunques y fraguas o los textos del propio Casellas (con el que se cierra el documental) y otros autores como Aquilino Duque, Manolo Toro, Chaves Nogales, Rodríguez Buzón o Manolo Toro.

La Cruz de Guía de los Gitanos en un frame de la película

Por supuesto, no faltó el cante, eje vertebrador de la expresión popular del pueblo gitano. Se escuchan en el filme voces como la de Mairena (cantando la célebre saeta Qué grande ser de ti), la casi doliente saeta por seguiriya de Pepe Valencia en la calle Cuna, Pedro el Granaíno o Esperanza Fernández. Asimismo, se incluyen locuciones en caló, la lengua variante del romaní que hablan los gitanos españoles, esencialmente en la última media hora de la película que se centra en la consagración actual de la cofradía.

Pero sin duda, uno de los puntos más entrañables y vivaces es el que protagonizan José Vargas y Fernando Machuca, hermanos número 3 y 4 respectivamente de la nómina, y cuyos testimonios arrojan un incalculable valor antropológico, puesto que son voces vivas de una época en que para salir a la calle solo se disponía de una saya y algunas alhajas. Aún así, siempre olían los claveles del Señor de la Salud...

La película ya puede adquirirse en la tienda de recuerdos de la hermandad abonando una limosna de 15 euros. No se la pierdan.

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