Polémica por el nuevo aspecto de la iglesia de María Auxiliadora en Nervión

Un antes y un después prácticamente inverosímil, y que ha despertado cientos de reacciones en redes sociales. A falta de leves detalles y algunos flecos, ha concluido la reforma de la iglesia de María Auxiliadora del barrio de Nervión, ubicada en la calle Espinosa y Cárcel. Un profundo proceso de rehabilitación que ha cambiado por completo la fisonomía interior de un templo muy entrañable para todo el vecindario. 

Estas obras, que han sido financiadas y dirigidas por la inspectoría de Madrid, comprenden la práctica modificación de su aspecto, conservando únicamente la planta y las arquerías. De la personalidad a un resultado frío, con predominio absoluto de los colores grises y blancos: ventanales redondos, supresión del artesonado y, lo más llamativo, el presbiterio y el altar mayor: un sencillo óvalo, sin ningún otro aderezo o motivo ornamental, que ocupará la imagen de María Auxiliadora. El crucificado que habitualmente presidía este espacio será reubicado. Adiós a las vigas de madera, los zócalos de mármol en las paredes y los capiteles corintios en los pilares y yeserías, elementos propios de la arquitectura sevillana. 

Reacciones

Como decimos, han sido numerosos los comentarios e impresiones registrados en las redes sociales, pero con especial atención a la ausencia de un marco de protección del patrimonio histórico andaluz y, sobre todo, la autorización de este proyecto. "Parece que la Virgen está metida en un TAC", "una visión freudiana de la hornacina donde está la Virgen", "parece un tanatorio", "parece una nave de un polígono industrial", "la guarida de Alien tiene más contenido y ornamento" o "qué bonita sala de exposiciones". La iglesia de María Auxiliadora fue levantada a mediados del siglo pasado, en torno a 1960, pocos años después del inicio de la actividad docente en este emplazamiento. 

Este proyecto, que se ha desarrollado durante los últimos meses, motivó que la imagen de Buiza fuera trasladada a la parroquia de San Diego de Alcalá, desde donde salió en procesión como cada 24 de mayo, regresando a su templo a finales del citado mes.